La fría estadística dice que Fernando Alonso perdía siete puntos en el GP de India en su batalla contra el alemán Sebastian Vettel; siete puntos que elevan a trece la ventaja del piloto de Red Bull sobre el de Ferrari a falta de disputarse únicamente tres carreras: los GP de Abu Dabi (4 de noviembre), Estados Unidos (18 de noviembre en el novedoso circuito de Austin) y Brasil (25 de noviembre).
Alonso, sí, perdió siete puntos ante Vettel en el circuito de Greater Noida, pero los recuperaba en ilusión, ánimo y autoestima. Y es que finalizar segundo tras salir quinto –con tres adelantamientos sublimes en carrera sobre Hamilton, Button y Webber– lograba no sólo limitar las pérdidas al mínimo, sino dotar a Ferrari de argumentos para intentar un último esfuerzo en este final de temporada. El F2012 evidenció tener una gran velocidad punta en recta y sólo le falta un empujón aerodinámico para rearmar ahora sus aspiraciones.
Puede parecer Vettel inalcanzable en estos momentos, pero también lo parecía el propio Alonso cuando el GP de Italia ponía fin a la temporada europea. Mandaba entonces el ovetense en la clasificación con 179 puntos por los 142 de Hamilton, 141 de Raikkonen y 140 de un Vettel que sólo había ganado una carrera por las tres del asturiano, y había completado cuatro podios por los siete del piloto de Ferrari. Pero la segunda gira asiática de la temporada –Singapur, Japón, Corea del Sur e India– ha supuesto todo un lujo (asiático) para Vettel, que se convertía en el primer corredor desde Jenson Button en 2009 que lograba encadenar cuatro victorias de manera consecutiva. Cien puntos que unidos a la mala fortuna de Alonso en Japón, donde su carrera acababa en la primera curva tras pinchar una rueda en un toque con Kimi Raikkonen, permitían al alemán encaramarse al liderato.
Pero Alonso evidenció en el GP de India que rendirse no es palabra que aparezca en su diccionario. «Estoy convencido al ciento por ciento de que seré campeón. Sé que tenemos que mejorar, pero confío en que eso suceda en Abu Dabi y Estados Unidos y jugarnos el título en Brasil», decía el asturiano tras la carrera de Greater Noida.
El patrón de Ferrari, Luca de Montezemolo, daba ayer la clave: «Nunca antes había visto tan unidos a los pilotos y al equipo para dar el 120 por ciento. Alonso ha estado extraordinario. Yo creo en el Mundial».
Buena parte de esa ilusión renacida se la juega Alonso el próximo domingo (carrera a las 14 horas) en el GP de Abu Dabi, en un circuito muy parecido técnicamente al de India, con dos largas rectas consecutivas en las que el F2012 podrá exprimir al máximo el potencial de su motor, aunque de una a otra deberá superarse una zona de curvas encadenadas más favorables a los Red Bull. Y más allá aparece el nuevo trazado de Austin, con pinta de pro ferrarista, y la lotería del brasileño Interlagos, en el que tradicionalmente la lluvia trastoca muchos planes.
Pero ésas serán otras historias. Ahora toca Yas Marina.