En cualquier otra circunstancia la fiesta de Ferrari habría sido completa._Por vez primera en la temporada sus dos pilotos estaban en el podio, y asegurando además una segunda plaza en el Mundial de constructores que cuenta poco para los aficionados, pero mucho para los encargados de cuadrar los presupuestos de las escuderías. Pero ni_Fernando Alonso, segundo, tras otra remontada espectacular, ni Felipe Massa, tercero, tras un magnífico fin de semana en el que evidenció las razones del equipo para renovarle, estaban para fiestas. Desde Montezemolo al último mecánico del «cavallino» no podían evitar la tristeza. Fernando Alonso, el mejor piloto de la temporada, el que más plazas ganó en carrera, el que más espectáculo ofreció y el que más podios sumó, se quedaba a sólo tres puntos de dar alcance a un Sebastian Vettel que tuvo todo perdido pero que, ayudado por la fortuna y salvando los nervios y los errores de su propio equipo, supo aguantar una séptima plaza que le valía su tercera corona consecutiva y pasar a los libros de la F1 como el tricampeón más precoz de la historia.
El paso del tiempo borrará las emociones y dejará la fría estadística de este nuevo título de Vettel y la victoria de Jenson Button en la última cita del 2012, pero para quien viera ayer la carrera de Interlagos será difícil olvidar tanta carga emocional. Y es que en la mismísima salida, con cuatro gotas cayendo, pudo haberse decidido el campeonato: Alonso, con un Massa ejerciendo de fiel escudero, ganaba nada menos que cuatro posiciones y se ponía tercero tras Hulkenberg los McLaren de Hamilton y Button, mientras Vettel, que salió encogido, temeroso, se veía envuelto en medio del pelotón en un accidente con Senna del que se salvaba milagrosamente a pesar de los jirones que mostraba su Red Bull. Increíble: Senna llegó a saltar por encima del coche del alemán, que tras hacer un trompo y ver cómo el grupo le pasaba por uno y otro lado, era capaz de reincorporarse a la pista e iniciar otra gran remontada.
Fue por un par de vueltas Alonso virtual campeón, cuadrando la cuenta que decía que siendo tercero Vettel no tenía que puntuar. Fue bonito mientras duró, pero duró poco. Un par de vueltas después perdía el asturiano el control de su F2012 en una curva y cedía la tercera plaza al sorprendente Hulkenberg, mientras un enrabietado Vettel engullía rivales. En sólo ocho vueltas ya era séptimo.
Había pedido lío Alonso para la carrera y lío había, pero no era suficiente para descabalgar a Vettel. El primer cambio de neumáticos tampoco sirvió. Ambos colocaron intermedios esperando que lloviera y no lo hizo, con lo que los tres de cabeza se fueron a un mundo.
Ferrari y_Red Bull equivocaron la estrategia y no tardaron en reclamar de nuevo a Alonso y_Vettel para otro cambio de neumáticos. Blandos el asturiano, duros el alemán. En la vigésima vuelta ya estaban emparejados –cuarto y quinto–, tras el inalcanzable trío de cabeza, cada vez más distanciados del resto._Lo del Red Bull de Vettel no parecía creíble: le habían pasado por encima, tenía el culo abollado y el lateral hecho trizas y, aliado de la fortuna, corría como sin nada. Desde el box le mandaban un único mensaje: controlar a Alonso.
El error de Hulkenberg reabrió la esperanza
Un pinchazo de Rosberg sembró la pista de escombros y motivó la salida del coche de seguridad (vuelta 23)._Buena noticia para Alonso, que, obligado al podio, veía cómo la diferencia del grupo de cabeza se eliminaba de un plumazo.
Relanzada la carrera Vettel jugó con fuego._Massa y Kobayashi le superan. Séptimo. En Red Bull se ponen nerviosos._Se precipitan al reclamar al alemán para ponerle gomas blandas, como las de Alonso, pero justo entonces caen cuatro gotas más y tres giros después le llaman de nuevo al garaje. Fue tan improvisado que los mecánicos ni tenían los intermedios preparados...
La ventana de la esperanza volvía a abrirse. Más cuando Hulkenberg, cegado con la posibilidad de lograr su primera victoria, no mide la frenada y se lleva por delante a Hamilton, el piloto más perseguido por la desgracia esta temporada._Alonso, que ya había cambiado a intermedios, se situaba tercero tras Massa, pero no le valía pues Vettel recuperaba la séptima plaza.
Massa cumplió sin necesidad de aviso. Dejó pasar a su compañero para que fuera segundo. Ocho vueltas. El_Ferrari no da para más. Sólo un fallo mecánico del McLaren, sólo un error de Button, cómodo líder tras el incidente entre Hulkenberg y Hamilton, podría certificar la remontada. Vettel entonces era campeón por un punto, aunque no tardaría en superar a un Schumacher que por una vez no puso resistencia, para ser sexto...
No hubo más. Alonso, triste, subía al podio dolorido por la remontada incompleta._En 2003 recibió en un hospital de São Paulo el trofeo como tercero. El golpe de ayer fue más duro. Vettel se llevó la corona; el asturiano el reconocimiento de haber sido el mejor del año.