«Somos competitivos, somos fuertes y tenemos que demostrar que estamos por encima de los problemas. Lamentablemente este fin de semana fue el peor fin de semana en términos de un resultado global. Y la culpa principal fue la fiabilidad de nuestra mecánica, que no fue lo suficientemente buena. Pero no podemos olvidar tampoco los fallos que tuvimos en la clasificación al fallar las previsiones meteorológicas, porque cuando se inicia una carrera desde los puestos 19.º y 21.º estar luchando por los puntos es un milagro». Son las palabras de Stefano Domenicali, máximo responsable deportivo de Ferrari, tras el GP de Malasia, al tiempo que reconocía que el abandono de Fernando Alonso al romper el motor de su F10 ha disparado las alarmas en Maranello. Además, Sauber, a quien Ferrari suministra motores, también está sufriendo el mismo problema, por lo que la Scuderia busca soluciones «con urgencia».
«Ahora mismo no sabemos cuál es el motivo del fallo del motor de Fernando y tampoco qué pasa con los motores de Sauber. Pero, por la información que tenemos, son problemas diferentes», señala Domenicali, quien resalta «la necesidad de asegurarnos de que las partes nuevas que llevemos a la pista son fiables. Debemos confirmar los datos al cien por ciento. Al no haber tests, tenemos que evitar que los análisis de simulación den unos resultados diferentes a los que se producen sobre la pista».
En todo caso, Domenicali insiste en la necesidad de realizar una buena clasificación: «No tenemos que tomar riesgos innecesarios. Eso al menos lo hemos aprendido».