Tan cerca de los Red Bull pero a la vez tan lejos. Alonso sale hoy tercero. Ocho metros más adelante, Webber. Y otros ocho, Vettel, intratable poleman del fin semana, especialista en la guerrilla de los sábados de la mano del misterioso poderío de su coche.
Proximidad en la distancia real y lejanía en los tiempos a una vuelta de ayer: 1,2 segundos. «Ha sido una sorpresa, no esperaba un cambio tan radical. Hace unos días, en Alemania, estábamos muy parejos. Pero no es la diferencia real para el Gran Premio, nosotros tenemos un buen ritmo de carrera», se consuela Alonso.
Vuelve el asturiano a calcular en función de la general. Tiene cuatro pilotos por encima pero sólo mira a los primeros: dos McLaren, Hamilton y Button. Y hoy salen por detrás, magnífica ocasión para volver a recortar. «Ellos van delante y son a los que tenemos que alcanzar. Cuando sea un Red Bull, ya veremos qué se puede hacer».
Hasta el final
Verse tan lejos hace pensar a Alonso que la victoria es casi una utopía. «Muy difícil, pero lo que tenemos que hacer es luchar hasta el final. Será una carrera dura, exigente para la mecánica y habrá que estar preparados para lo que pueda pasar. Todo depende de la salida, pero estoy contento porque el coche ha ido bien. Si estamos en el podio será un buen resultado», asegura el asturiano.
Se fía de los cambios que pegan las carreras entre el sábado y el domingo para guardar una pequeña esperanza. «Hoy no ha habido puntos. La diferencia con Red Bull es grande. Han sido intocables, pero a veces los resultados cambian de un día para otro y debemos estar preparados».