La distancia ya es de 99 puntos. Son los que pierde Fernando Alonso con el líder del campeonato, el alemán Sebastian Vettel. Desventaja sideral frente al dominador de la escena, un piloto que ha ganado seis carreras y que cuando no lo ha hecho, dos veces, se ha colocado segundo. Contra eso hay poco que hacer, por mucho que Ferrari haya recortado con Red Bull la distancia en la lucha de los sábados: del 1,4 segundos de la primera cita de la temporada, en Melbourne, al 0,5 de Valencia. «Hemos recortado mucho pero tenemos que esperar a pistas como Nurburgring o Silverstone, que son más convencionales y no ofrecen solamente rectas y grandes frenadas. Pero creo que hemos aprendido dónde estaban nuestros problemas», explicó ayer el asturiano.
A pesar de todo, el piloto estaba contento. Feliz por cómo se había comportado su coche y porque, al fin y al cabo, había ganado a uno de los dos Red Bull. Adelantó a Mark Webber en la pista, igual que ya hizo en Barcelona. «Estoy contento porque seguimos avanzando después de un comienzo de campeonato complicado».
Con Vettel tan destacado y sin síntomas de flaqueza, a Alonso le toca reformular los objetivos. Avanzada lucha hasta el final y no renuncia a dar la sorpresa, aunque para eso necesitaría una segunda parte de campeonato impecable. «Noventa y nueve puntos de desventaja son muchos y ya no dependemos sólo de nosotros», dice el piloto asturiano. Lanza también una advertencia. «La distancia entre nosotros y Red Bull es de ocho décimas y quien piense que podemos ganar el Mundial con esa desventaja es que no ha entendido la Fórmula 1».
Sin bajar los brazos, da la recta para las próximas carreras y señalas cuál debe ser la actitud del equipo y la suya propia. «No podemos pensar en el campeonato de una forma normal. Necesitamos trabajar con objetivos carrera a carrera y esperar a ver qué pasa en la parte final de la competición, porque hay que ser realista y nuestro ritmo no es suficiente ahora para ganar carreras o estar en la pole».
La realidad no empaña la satisfacción que ayer sentía el asturiano por haber pisado por primera vez el podio de Valencia. Era una de las tres del actual calendario en las que no lo había hecho. Ahora solamente le falta el de India, un Gran Premio que debuta este año en el calendario, y hacerlo también en Abu Dabi. «Estoy muy contento de haberlo vivido en casa. Ha sido un fin de semana magnífico. Ver la ciudad de Valencia volcada con el Gran Premio y conseguir mi primer podio era un objetivo personal porque el de aquí era uno de los trofeos que me faltaban».
Con el de ayer, ya se ha subido 66 veces al cajón y es el quinto piloto de la historia que más veces lo ha hecho, ya muy cerca de Barrichello, que tiene dos más. Lidera la clasificación, cómo no, Michael Schumacher con los escandalosos 154. Y los dieciocho puntos de ayer le ayudan a superar la barrera de los 900 (tiene 916), sólo superado por los 1.467 de Schumacher.
Alonso se puso en el camino del podio gracias a su buena maniobra en el segundo tramo de la salida. «Los primeros cien metros fueron malos. Sabía que estaba en el peor lado; perdí una posición con Massa y Button se me acercó mucho, pero después me beneficié de que en la segunda curva todos frenaron algo pronto». También agradeció el asturiano el acierto del equipo al final de la carrera. «Fue una buena decisión retrasar el último cambio de neumático y rodar dos vueltas más que Webber con los blandos, que eran más competitivos», concluyó.