En el tumultuoso otoño de 2007, cuando en el «mundo Alonso» se cocía la huida de McLaren, la posibilidad de fichar por Red Bull estuvo al frente de las prioridades. El equipo de asesores del asturiano tomó muy en cuenta la oferta, pero finalmente prefirió echarse a los brazos de Flavio Briatore e iniciar la segunda etapa en Renault. Gracias a esa decisión, tres años más tarde pudo llegar a Ferrari. Y el discurrir de la competición colocó a la escudería energética en una posición dominante con pocos precedentes en la historia de las carreras. No se arrepiente Alonso de haber tomado el camino rosso, y así lo reflejó en declaraciones a la web formulasantander.com, del banco patrocinador de la Scuderia. «En Red Bull tendría títulos, pero no será tan feliz como ahora, ni estaría conduciendo un Ferrari».
Alonso ha encontrado en Maranello el entorno ideal. Es el líder indiscutible, la filosofía del equipo se adapta a su forma de entender las carreras y ha encontrado la familiaridad que le faltó en otro lugares. Echa de menos, claro, un coche competitivo con el que plantar cara a Red Bull. «Creo que es más importante para un piloto de carreras conducir para Ferrari que ganar un Campeonato del Mundo», dijo el asturiano sin complejos, sin cerrar puertas a compartir equipos con su gran rival de la actualidad, Sebastian Vettel o con el que será su eterno enemigo deportivo, Lewis Hamilton. «No tengo problemas en compartir equipo con nadie. He tenido la suerte de estar con grandes pilotos, a pesar de que cuando comparten escudería conmigo, parece que han perdido velocidad y que se han convertido en malos pilotos».
Manifiesta también su respeto al inglés. «Estaría bien compartir equipo con Hamilton, siempre que no fuese en McLaren», dijo. No le asustan los retos, incluso dentro del mismo garaje. «Estoy acostumbrado a grandes rivalidades. Me gusta correr al máximo y tratar de batir a mi compañero. Si es un gran piloto y consigo vencerlo, tal vez lo que hago se valore más.
Las dudas «energéticas»
Llega el Mundial este fin de semana a Silverstone, y lo hace envuelto en las dudas que genera el cambio reglamentario que ha impuesto la FIA. Los últimos días han sido de trabajo intenso en las fábricas. En Ferrari se han llevado a Massa y Alonso al simulador y los han implicado más que nunca en las reuniones técnicas. Por cuenta de la Federación Internacional, se termina una de las variantes del llamado difusor soplado, uno de los inventos de la temporada. Por esos escapes los gases del motor van hacia la parte trasera del coche, al difusor, para conseguir mayor adherencia. Lo que ahora se prohíbe es que el motor siga expulsando aire incluso en frenada.
Hay cierto temor en Red Bull, uno de los que más partido sacaba al sistema. «Contamos con perder medio segundo, pero lo compensaremos con reglajes y aerodinámica, somos optimistas», dice Helmut Marko, asesor del propietario de la bebida energética, Dietrich Mateschitz.