Con la pista seca y en una carrera normal, en Ferrari saben de sobra cuáles serían esta tarde las opciones de Fernando Alonso: quinto tras los Red Bull y los McLaren._Es decir, que a la tercera temporada tampoco sería la vencida y habría que esperar un año más para que el asturiano ganara su primer título con el «cavallino». Lo certificó la sesión de clasificación de ayer, en la que Alonso sólo pudo ser octavo, superado de nuevo incluso por Felipe Massa._Al menos en Ferrari no tendrán en esta ocasión que abrir la caja de cambios del monoplaza del brasileño, como hace una semana en Austin, para adelantar un puesto al ovetense y facilitarle así la parte con más agarre en la salida. Una sanción a Maldonado, que se olvidó de acudir al pesaje oficial, le valió a Alonso para salir hoy séptimo.
Le falta maquinaria a Alonso para luchar por el título, pero al menos parece que la preocupación atenaza a Vettel. El alemán falló en su primera vuelta clasificatoria de la Q3 y sólo pudo ser cuarto en su segundo intento, por detrás de los McLaren de Hamilton (séptima pole del año la suya) y Button, y del_Red Bull de su compañero Webber.
Con los dos candidatos al título saliendo cuarto y séptimo, la primera curva de Interlagos se presume taquicárdica. Máxime si, como se apunta y como desea Ferrari, la lluvia hace acto de presencia. Ayer bastó un pequeño chaparrón previo a la Q1 para que los nervios se des_ataran. Y para que durante la primera tanda de clasificación Alonso evidenciara que con la pista mojada tiene el mejor ritmo de carrera y que sus opciones se multiplican. La historia de lo ocurrido esta campaña lo apoya: Ganó el asturiano las dos carreras disputadas bajo la lluvia –Malasia y Alemania– y en ambas falló Vettel, que no concluyó la primera y que sólo fue quinto en su casa. De repetirse hoy cualquiera de esos resultados, el ovetense lograría su tercera corona.
Pero sin charcos parece misión imposible, porque necesitaría primero subir por lo menos al podio y luego que Vettel quedara muy atrás, lo que sólo se antoja factible si falla el alternador del Red Bull o si hay jaleo en la salida. Ferraristas y alonsistas apuestan así por el jaleo y se dividen entre quienes dirigen sus plegarias al dios de la lluvia para que llore sobre Interlagos, o a la Virgen de la Cueva para que envíe un chaparrón que convierta la carrera en un caos. Las previsiones de los meteorólogos coinciden en que habrá agua aunque, si hacemos caso a los más exagerados, la lluvia podría convertirse incluso en enemiga. Y es que si arrecia y obliga a parar la carrera antes de cumplirse dos tercios de las 71 vueltas a las que está programada, sólo se otorgaría la mitad de los puntos, y en tal caso al asturiano no le valdría ni ganar (12,5 puntos) aunque Vettel no puntuara para poder remontar.
En todo caso, y dado que sin agua las opciones pueden cuantificarse en ninguna, más vale que esta tarde llueva... y que sea lo que el dios de la lluvia quiera.
marcelo sayao / efe
Fernando Alonso, rodando ayer por delante de su compañero Felipe Massa, durante la sesión de clasificación.