El Gran Premio de Fórmula 1 de Malasia no será recordado por el piloto asturiano Fernando Alonso como una buena prueba, sino más bien todo lo contrario. Tras el error estratégico de Ferrari en la sesión de calificación de ayer, donde Alonso se vio desplazado hasta la 19 posición de parrilla, a pocas vueltas del final de carrera, el motor de su monoplaza no aguantó más.
En pleno adelantamiento a Jenson Button por la lucha por la octava posición, el Ferrari "se rompió". El asturiano llevaba con problemas de embrague desde el inicio de la carrera. Las duras condiciones de la prueba, con mucha temperatura sobre el asfalto, unido a las numerosas vueltas que el asturiano rodó por detrás del británico con aire sucio, dictaron sentencia y acabaron con la mecánica de su coche.
La carrera fue ganada por Sebastian Vettel, seguido de su compañero de equipo Webber. Con ello, se confirma el buen rendimiento de los Red Bull en esta temporada. Nico Rosberg completó el podio con una carrera bastante estable en la que no arriesgó y mantuvo su tercer puesto sin demasiados problemas.
Como nota positiva, destacar el noveno puesto de Jaime Alguersuari. El español protagonizó algunos de los adelantamientos más espectaculares del Gran Premio. Por su parte, Pedro Martínez de la Rosa no pudo salir a pista debido a un problema con el propulsor de su Sauber.
El británico Lewis Hamilton protagonizó una gran remontada y consiguió llevar a su McLaren hasta la sexta plaza. En cuanto al compañero de equipo de Alonso, el brasileño Felipe Massa terminó en séptimo lugar.
Por su parte, la escudería española Hispania Racing Team, consiguió que tanto el coche de Chandhok como el de Senna terminaran la carrera, en lo que es un importante logro para el equipo que ante todo buscaba acabar con sus problemas de fiabilidad de las pruebas anteriores.