La primera jornada de entrenamientos en el circuito de Albert Park sirvió para confirmar el dominio ejercido durante los ensayos de pretemporada por el equipo Mercedes y para ratificar las buenas impresiones del nuevo F14T de Ferrari, que con el asturiano Fernando Alonso a los mandos lograba la tercera mejor vuelta del día por detrás del británico Lewis Hamilton y del alemán Nico Rosberg. Y para evidenciar que Red Bull no estaba tan mal como se había especulado y que de la varita mágica de Adrian Newey cabe esperarse una solución a cada problema.
En Ferrari hay motivos para la ilusión. Las soluciones tecnológicas ideadas en Maranello para afrontar una temporada plagada de cambios internos y externos en los monoplazas parecen estar dando resultados y el F14T se apunta como un coche fiable. Alonso rodó sin problemas tanto en la sesión matinal como en la vespertina -uno de los pocos que pudo hacerlo- y abandonaba el circuito con la satisfacción del deber bien cumplido: mejor tiempo en la primera tanda (1:31.840) y el tercero en la segunda. Sensaciones, pues, positivas de cara a la novedosa jornada clasificatoria de hoy y de cara a estar el domingo (7 de la mañana) en la lucha por el primer podio de la temporada.
Tras Alonso en la sesión matinal aparecían el McLaren del británico Button y los Williams del finlandés Bottas y del brasileño Massa, tres monoplazas motorizados por Mercedes. Pero sería la propia escudería alemana la que daría el do de pecho por la tarde. Hamilton sólo había podido rodar una vuelta en la matinal por un problema en la presión del aceite, pero en la segunda tanda, con más calor en la pista y con gomas blandas, dominaba la sesión por delante de su compañero Rosberg y con medio segundo de renta sobre un Alonso que hizo buenas tandas largas.
El mejor tiempo de Hamilton (1:29.625) fue, en todo caso, casi cuatro segundos superior al marcado por Vettel en este mismo escenario en el primer día de trabajo del pasado año (1:25.908).
Un Vettel que ayer lograba el cuarto crono del día tras los dos Mercedes y el Ferrari de Alonso. El tetracampeón había cambiado por la mañana el fondo plano de su RB10 y apenas había podido completar media docena de vueltas, pero por la tarde dejó a las claras que habrá que contar con él tanto hoy en la pelea por la pole como mañana durante la carrera.
En todo caso, y vistos los múltiples problemas que siguen acosando a las escuderías -el Ferrari de Raikkonen se quedó clavado por la mañana en la calle de boxes-, el GP de Australia parece que se decidirá no tanto por velocidad como por consistencia: motor, aerodinámica, consumo, neumáticos y pilotaje. Hoy veremos nuevos apuntes, pero hasta la carrera de mañana nadie conocerá el potencial real de su monoplaza.