La última noticia del día cogió a Fernando Alonso con el paso cambiado. No esperaba que su incidente en el pit lane con Nico Rosberg le fuera a costar a Ferrari una multa de 20.000 dólares (unos 15.500 euros). La ceguera de los comisarios en los últimos incidentes junto a los garajes -con Hamilton y Vettel como grandes protagonistas con su carrera en paralelo en el GP de China- fortalecía la idea de que no habría sanción alguna. «Si me castigan habría que revisar lo que pasó en anteriores carreras», había comentado el piloto antes de conocer la decisión de los jueces. «Y si lo hacen, será solamente un multa porque ni he sacado ventaja ni hubo ningún accidente», añadió. Bingo para el asturiano, que a estas alturas ya sabe cómo se las gastan en la Federación. La vista que tuvieron con él se les nubló en la tercera sesión libre, ayer por la mañana, cuando Vettel y Schumacher, mejoraron sus tiempos con bandera amarilla. En Hungría 2006, una maniobra similar le costó a Alonso dos segundos en la parrilla y al propio Kaiser otro tanto por adelantar con bandera roja en la sesión libre.
El castigo de los 20.000 dólares sirve en todo caso de aviso para lo que pueda pasar en el futuro porque no tiene reflejo en el orden de salida. «Con el ángulo que hay en los boxes no veo si viene alguien por detrás y me tengo que fiar del mecánico que me da la salida», justificó Alonso su precipitada salida que provocó el volantazo de Rosberg, quien por cierto pidió a Mercedes que solicitara de manera oficial una sanción para el ovetense.
Alonso, cuarto, partirá por la parte sucia de la segunda fila junto a Lewis Hamilton, con el trasero de los Red Bull en el punto de mira. «Estoy contento porque hice una vuelta muy buena, casi la soñada, pero tendremos que analizar en frío por qué Red Bull nos ha sacado tanta diferencia», señalaba el asturiano tras la clasificatoria.
Con su buen ritmo en las tandas largas de una carrera, Fernando Alonso cree que podría optar a la victoria si los coches de Webber y Vettel no hubiesen alcanzado el rendimiento sideral que tuvieron ayer. «Con dos o tres décimas de desventaja puedes pensar en ganar pero un segundo es demasiado», admite. Con este panorama el piloto reviste de realismo la definición de objetivos para hoy: «Están por delante y ganarán en circunstancias normales, así que acabar en el podio sería un magnífico resultado para mí». Claro que la indecisión de Webber (tres poles este año) y Vettel (dos) a la hora de definir lleva al de Ferrari a lanzar una advertencia: «Han sido favoritos en las cuatro carreras que llevamos pero están por detrás en el campeonato». Y es que Vettel ocupa la quinta plaza con 45 puntos, por detrás de Button, Rosberg, Alonso y Hamilton, y octavo Webber, con sólo 28 y superado también por Massa y Kubica.
Le queda a Alonso la esperanza de que la exigencia mecánica de la pista haga mella en los Red Bull, víctimas ya esta temporada de incidentes mecánicos que alejaron a Vettel por dos veces (Bahrein y Australia) de la victoria. «Yo he pinchado en los libres de la mañana. Es un ejemplo de que es muy difícil dar 66 vueltas perfectas», señalaba el ovetense.
De la evolución del Ferrari ayer sale la lectura de que la difícil adaptación al «conducto F». Como era esperado vuelan en la recta. Alonso (311,9 km por hora) y Massa (311,8) tienen las mayores velocidades punta. El sector rápido, el primero, pone a Alonso al frente junto a Vettel, pero en el segundo y el tercero el asturiano cae hasta el quinto puesto. Entre los dos, cede ante Los Red Bull el segundo que señala el crono. «Esta pista no nos va demasiado bien; hace falta mucha carga y nosotros nos adaptamos mejor a los circuitos que piden frenadas y aceleraciones continuas».
Esta pista no nos va demasiado bien; nos adaptamos mejor a los circuitos que piden frenadas y aceleraciones continuas
Fernando Alonso. ángel gonzález, enviado especial de la nueva españa