Hace tiempo que la Fórmula 1 se ha convertido en el juego del ratón y el gato entre el legislador y el ciudadano, que viene a ser lo mismo que decir la FIA y los ingenieros. Unos ponen las normas y los otros buscan fisuras en el reglamento para arañar centésimas de donde otros equipos no han visto más que un muro de prohibiciones.
Así han nacido a lo largo de la historia infinidad de triquiñuelas, unas castigadas por ilegales, y otras escrutadas sin encontrar motivos de sanción. Por ese camino han nacido últimamente el «mass dumper» de Renault, el doble difusor de Brawn o el conducto F de McLaren, sólo tres ejemplos de una lista eterna a lo largo de la historia de la competición.
A toro pasado, la FIA amolda el reglamento y si en 2006 el «mass dumper» fue declarado ilegal en mitad del Campeonato, al menos esta vez han esperado a revisar las normas para el siguiente Mundial. Es el fin del conducto F, el alerón de activación humana que se inventó McLaren y que todos copiaron a escape. Con la rodilla o la mano el piloto liberaba un conducto de aire que hacía inclinarse el apéndice trasero para ganar velocidad punta en las curvas. Prohibido a partir de 2011, después de la reunión de ayer del Consejo Mundial de la FIA en Ginebra. No fue la única decisión.
Neumáticos Pirelli. Estaba cantado, pero faltaba la confirmación. Pirelli será el suministrador único de neumáticos tras la renuncia de Bridgestone.
Alerón trasero ajustable. En lugar del conducto F, los pilotos podrán mover el alerón trasero durante la carrera siempre que hayan transcurrido las dos primeras vueltas y que circulen a menos de un segundo de distancia de su predecesor. Se quiere favorecer los adelantamientos.
Coche de seguridad. No se le podrá adelantar hasta pasar la línea de coche de seguridad. Prohibido en la última vuelta.