Rueda el Mercedes número 3 por la zona del estadio, grada añeja del circuito de Hockenheim, sabor y olor a carreras por los cuatro costados. Ruge el monoplaza, baja hasta segunda marcha en la curva y estalla la grada. Se va, tercera, cuarta, quinta... Regresa el silencio. El paso de Michael Schumacher se saluda con pasión desde la tribuna Mercedes. Siete mil butacas para empleados de la marca de Stuttgart. No hay lugar para las dudas. El Kaiser es el ídolo en la casa de la estrella. Corren este año como un equipo nacional, dos germanos al volante, con Rosberg en el otro monoplaza. Nico levanta menos pasiones. Ha crecido en Mónaco y lo sienten más lejano pero también es querido. Además, gana al Kaiser. No es el único. De los seis alemanes en la pista, Schumacher sólo venció ayer a Sutil (Force India) y Glock (Virgin). De la Q3 le echó un compatriota, Hulkenberg (Williams), en el último momento. Por delante, Rosberg y Vettel, que luce con luz propia y reclama galones de jefe. Da igual, Schumi siempre será el más grande. Siete títulos no son una broma.
Lo sabe de sobra Vettel enfrascado en la pelea por su primer título. «Nadie podrá ocupar nunca su lugar. Es una leyenda del deporte, igual que otros como Prost o Senna. Está en su Liga y no hay forma de reemplazarle», rinde pleitesía el más pujante de los alemanes.
Fue una tarde decepcionante para Mercedes. Rosberg entró en la Q3 y saldrá hoy noveno. Y Schumacher luchó como el que más, pero quedó relegado al final. Impotente después de salir con objetivos mucho más lustrosos. «No tengo mucho que decir más que estamos en el lugar al que podíamos llegar (saldrá 11.º). Esperábamos estar entre el quinto y el sexto. He tenido problemas con los frenos pero no creo que sea el motivo de estar atrás. Somos más fuertes en carrera que los sábados, pero de verdad que queremos conseguir algo más para nuestros seguidores. Espero que todavía podamos ofrecerles algo en la carrera», dijo
Empujan fuerte los jóvenes en el nuevo orden alemán y Sebastian Vettel le busca explicación. «Michael todavía ganaba cuando yo estaba en karting, era nuestra referencia. Es cuestión de rachas, ahora no hay franceses y en otras épocas aquí estaban varios», razonó. «Cuantos más jóvenes haya en la cantera, mejores pilotos llegarán arriba».
A Schumacher le llueven críticas por su regreso a las pistas. Se esperaba al ganador, al caimán de colmillo retorcido, pero de momento no cuaja. «Quisiera ver qué harían los retirados de mi edad», retó hace unas semanas. No será Vettel uno de los que dude de su vuelta. «Será la referencia por mucho tiempo, sus récords son únicos. Creo que sabe lo que hace, aunque ahora lo esté pasando mal. Mire a su cara, se le ve relajado, controla lo que está pasando y eso es también una cualidad que debe tener un campeón».