A falta de poco más de media hora para que empezara el Gran Premio de Brasil la sala principal del auditorio Príncipe Felipe estaba casi a rebosar. Fernando Alonso podía proclamarse campeón del mundo y nadie quería faltar. Hasta la Santina estuvo junto al piloto, custodiando una réplica a escala del Ferrari con el que el asturiano venció en Bahrein, una pieza de coleccionista ya que apenas salieron cien al mercado.
El presidente del Club F1 Oviedo, José Vicente García, reconocía que había «muchos nervios» ante la posibilidad de que el asturiano lograra la victoria, aunque apuntó que era muy complicado. «Hay cuatro pilotos por delante y tres de ellos tienen también opciones de ganar. La carrera de hoy es más de perder el campeonato que de ganarlo, ya que los Red Bull y Hamilton se van a pelear mientras que Alonso, que es “perro viejo”, estará más tranquilo y medirá bien sus movimientos; la experiencia le dirá lo que debe hacer pero si no es hoy, la semana que viene el título cae fijo», comentó.
Se ponen los semáforos en verde y arranca el Gran Premio. A pesar de sus numerosos intentos de adelantar, Alonso no puede ganar ninguna posición en la salida. El adelantamiento a Hamilton en la segunda vuelta se celebra casi como una victoria, lo mismo que cuando pasa a Hulkenberg en la séptima o cuando el asturiano comienza a hacer vueltas rápidas. Los Red Bull se resisten a perder las primeras posiciones pero no importa, Alonso está tercero y las posibilidades de lograr su tercer título permanecen intactas, sobre todo porque Vettel mantiene a raya a su compañero Webber, máximo rival por el campeonato. En la vuelta 51 llegó la apoteosis. Liuzzi sufre un accidente que obliga a salir al coche de seguridad. Fernando ya no está a tanta distancia de la primera posición y la euforia crece. La oposición de Alguersuari para que Alonso le adelante crispa un poco el ambiente. «Déjate, Jaime, hombre, que eres español», decían algunos. Finalmente Alonso le pasa y continúa intentando dar caza a la cabeza de carrera, pero no pudo ser. Tercer puesto y sigue líder a 8 puntos del australiano Webber. La esperanza sigue intacta.
«Estoy muy contento porque las cuentas que había echado Alonso contaban con lo ocurrido hoy y si el domingo en Brasil hace podio ya es campeón», indicó Jorge Alonso, «lo que más miedo me daba era que Vettel dejara pasar a Webber, y aunque hoy no lo hizo dudo mucho que en la próxima no tenga órdenes de equipo para hacerlo». Confiados también estaban los integrantes de la peña Asturcón Rampante, creada hace un mes y medio. «Estamos contentísimos, sobre todo porque no ganó Webber aunque pensábamos que hoy Fernando iba a ser campeón», señalaron algunos de sus integrantes. «Le damos suerte porque desde que la fundamos ha hecho un gran trabajo», dijo su presidente, Ángel Fernández, para quien, «sin lugar a dudas, el Mundial será para Alonso».
Buen ambiente y sobre todo buen aroma en el auditorio ovetense, escenario elegido para el lanzamiento de «Scuderia», el nuevo perfume de Ferrari, que tendrá a Fernando Alonso por imagen.