Consigna: que nadie importune al piloto. Prohibido poner nervioso a Fernando Alonso ante el sábado más importante del año. Es la ley de Ferrari en el fin de semana de Abu Dabi. Concentración total y rutina, mucha rutina. Que no se note todo lo que se juegan. Nada de mirar a los rivales, pensar en qué puede hacer Red Bull con sus pilotos, si Webber es líder o Vettel pierde sus opciones. En el garaje italiano nadie echa cuentas en público. Las tienen en la cabeza. Son sencillas. Si Alonso gana o es segundo logrará su tercera corona.
Vicenzo sirve la comida en el campamento de Ferrari a las dos y media de la tarde. La tropa de mecánicos devora la pasta fresca con gambas. En el Golfo Pérsico el menú de la casa sabe igual que en Malasia, China, Canadá o Singapur. Alonso ya ha comido y se prepara para la segunda sesión libre. Nadie diría todo lo que expone el equipo en un fin de semana. Parece un viernes cualquiera de Gran Premio, pero la rueda de prensa del asturiano desvela que no es así. No por su gesto, pétreo como cada día desde que se vistió de «rosso», pero sí por el poder de convocatoria. Si las comparecencias en Ferrari ya son tumultuosas, la cosa se complica con el Mundial en juego. Las sillas sirven para evitar las espaldas y ganar ángulo de visión.
El día de trabajo libre ha sido bueno. Alonso terminó con el tercer mejor crono de la jornada, algo peor que los de Hamilton y Vettel, pero mejor que Webber, su principal rival. En realidad, los principales rivales clavaron su mejor giro. El asturiano mejoró al Red Bull únicamente en una milésima. Buen augurio para la batalla de hoy por la pole.
Por cuarta ocasión en su carrera Fernando Alonso se ve frente la posibilidad de ganar un Mundial. Cerró con éxito los retos de 2005 y 2006, ambos con Renault, pero erró en 2007, cuando toda la maquinaria de McLaren apretaba a favor de Hamilton. «Este momento es diferente a los anteriores. Ahora tengo un equipo que me apoya. Me siento arropado en una escudería acostumbrada a estas situaciones. Los siento a todos muy cerca. A Domenicali (director), a Aldo Costa (director deportivo), a todos… Pero pase lo que pase el año es espectacular», dijo ayer.
Le da mucho valor el piloto a su primera temporada en la escudería. Por lo difícil que resulta la adaptación al nuevo entorno y por lo que se ha encontrado en los rivales. «Está siendo realmente difícil luchar contra la superioridad de Red Bull. Tienen el coche más rápido de la historia de la Fórmula 1».
Ferrari sufre tradicionalmente a la hora de buscar hueco en la primera línea de la parrilla. Sufre los sábados y rinde bien en carrera. «Es lo más difícil para nosotros, pero la carrera iguala fuerzas y, en todo caso, no renunciamos a salir al frente», concluye Alonso.
Fue talismán en Bahrein, en la apertura del Mundial, donde Alonso logró la victoria y mañana se le espera en Yas Marina. Don Juan Carlos lleva varios días de viaje privado en Oriente Medio y ha encontrado un hueco para presenciar la carrera y animar al piloto asturiano. Fernando Alonso
a buen seguro que agradecerá la visita visto el precedente de Bahrein.
Fernando Alonso, rodando ayer bajo los focos en el circuito de Yas Marina. ali haider / efe
