Fernando Alonso llevó el Ferrari a su máximo, que siempre es menos que hasta donde llega Red Bull, por mucho que por momentos pareciese que podía lograrlo. Esta vez se había ilusionado el asturiano y por eso la decepción se leía en su mirada. Un golpe duro ver otra vez al líder del Mundial a tanta distancia (casi un segundo) cuando pensaba que, aunque fuera de forma ocasional, en Mónaco sí que podría rebanarle unos cuantos puntos de su comodísima renta.
Para la carrera le queda al ovetense esperar un golpe de fortuna. O, por lo menos, que no lo visite la mala suerte. La de Mónaco es una carrera llena de trampas. Ya se vio ayer con los accidentes de Pérez, Liuzzi y Rosberg. Que se lo digan a Alonso, arruinado hace un año en la sesión libre de la mañana.
En esta pista juega mucho el coche de seguridad. La vida cambia según el momento en que aparezca; hay que tener muy en cuenta también a los doblados, que te roban dos segundos sin enterarte cómo te coloques detrás de ellos en el momento equivocado.
«En la pista no habrá adelantamientos. Es igual que tengamos el alerón móvil porque no hay sitio. Habrá que fiarlo a ganar alguna posición en el cambio de neumáticos y jugando con la estrategia», dice el asturiano, que se olvida de que hace un año escaló dieciséis posiciones en estas mismas estrechas calles, pasando del último puesto hasta el sexto.
En resumen, dice Alonso que será cuestión de tener buena suerte. «Las paradas en boxes van a ser importantes y si te encuentras con un doblado que te haga perder dos o tres segundos, puedes ver tu carrera arruinada. También está la opción del coche de seguridad. Si sale alguno y acabas de hacer tu parada te puede beneficiar, pero también te puede pasar todo lo contrario». Demasiadas cosas en manos del azar.
Que entre su mal sábado y la sanción que le cayó a media tarde, Hamilton vaya a estar en el noveno lugar de la parrilla, le viene bastante mal a Alonso. «Era el favorito para la victoria y va a estar muy atrás. Ha sido una Q3 un poco rara y algo irreal», dice. El inglés marcó el ritmo al paso por las dos tomas intermedias, pero el accidente de Sergio Pérez cortó su vuelta. Se le ha puesto el domingo cuesta arriba, lo que es malo para los que luchan, como Alonso, porque Vettel cese en su brutal recolecta de puntos.
En la estrategia está uno de los pocos factores sorpresa, así que la noche será de cálculos en los garajes, siempre abiertos y atentos a lo que pueda pasar en la pista para reaccionar sobre la marcha. «Habrá gente que irá a una parada y otros a dos. Se puede hacer un primer relevo corto y dos largos, o uno largo y dos cortos. Hay mucho todavía por decidir y si tienes un poco de suerte en los momentos clave, puedes beneficiarte. Pasamos muy cerca de los muros, siempre al límite, y es una carrera en la que no es fácil acabar», concluye el asturiano.
En la foto Fernando Alonso habla con Felipe Massa. Robert Pratta / reuters