Al término de la temporada 2008 el alemán Sebastian Vettel no era más que un prometedor piloto que gracias a su victoria en Monza se había convertido en el más joven en ganar un Gran Premio, pero no fue hasta el final de la temporada 2009, tras imponerse en Japón y Abu Dabi, y especialmente en las dos últimas campañas cuando, al rebufo del impresionante dominio aerodinámico de los Red Bull, daba el salto que le ha llevado a hacerse un hueco en la historia de la F1.
A punto y a un punto de convertirse en el bicampeón más joven de la historia –récord que arrebatará a Fernando Alonso–, Vettel lleva esta temporada nueve victorias en los 14 GP disputados, y a nadie extrañaría a estas alturas que ganara también las cinco carreras aún pendientes. Si así fuera,_Vettel lograría ganar el 73,6 por ciento de las citas de la temporada (tres de cada cuatro) y acabaría con el récord que desde 2004 ostenta su compatriota Michael Schumacher con 13 de 18 (el 72,2%).
A lo que no llegará Vettel es a igualar el 100% de podios de Schumi en una temporada (17 en 2002) aunque sí puede establecer un récord absoluto de podios en un año con 18._De momento suma 13 tras haberse visto fuera del cajón únicamente en uno, curiosamente en su casa: el GP de Alemania.
Vettel puede incluso acabar la temporada como el tercer piloto de la historia en puntos tras Schumacher y Alonso, pero aquí hay «trampa» pues la nueva puntuación vigente desde 2009 altera la historia.