En Heppenheim, 25.000 habitantes en la región de Hesse, suroeste alemán, el madrugón será hoy obligatorio. A las ocho de la mañana empieza el gran día de su hijo de predilecto, del muchacho que creció al tiempo que aumentaba la idolatría del país hacia Michael Schumacher. El pueblo de Sebastian Vettel se prepara para coronar a su piloto como el doble campeón del mundo más joven de la historia. Lo habrá logrado si suma un mísero punto o si, simplemente, Jenson Button no gana la carrera. Si así sucede, a los 24 años, 3 meses y seis días, el muchacho de Red Bull le habrá arrebatado la marca a Fernando Alonso y habrá señalado un antes y un después en su carrera. Con dos títulos, todo lo que venga a continuación le convertirá en leyenda del automovilismo.
De leyenda ya es lo que está logrando esta temporada. Con toda probabilidad le sobrarán cuatro carreras para hacerse con el campeonato, pero las podrá utilizar para grabar su nombre con letras doradas en los libros de récords de la Fórmula 1. Hoy por la mañana, a primera hora, sale desde la pole por decimosegunda vez esta temporada. Una barbaridad que le deja a solamente dos de igualar la marca de 14 en un mismo curso, en manos de Mansell desde 1992. Con la de Suzuka, Sebastian Vettel encadena cinco consecutivas, desde el Gran Premio de Hungría, escenificando el domino del coche de Red Bull en un campeonato del todo desequilibrado. De hecho, las tres poles que no ha cazado el alemán han ido a parar a su compañero de equipo Mark Webber.
Para salir en Japón desde el lugar más adelantado, Vettel ha tenido que sufrir. Venía McLaren asustando todo el fin de semana, con un coche afilado para el serpenteante trazado nipón. Y no fue como otras veces, cuando al alemán no le hacía ni falta emplearse a fondo al límite de la Q3, porque su tiempo del inicio le servía. No. Ayer tuvo que sudar, que arriesgar en cada curva para mantener al pelotón a raya.
Nueve milésimas le dieron la pole, después de una lucha a muerte con los McLaren. Hamilton tenía todas las de ganar pero en el último momento, cuando se lanzó a por el intento definitivo, se encontró tras un minipelotón con Webber y Schumacher por delante, que le impidió pasar bajo el semáforo antes de que el crono se pusiera a cero.
Eliminado el inglés, y descartado Webber en el segundo parcial de la vuelta lanzada, el único obstáculo era Jenson Button, que no pudo mejorar al alemán.
En esa batalla nunca estuvo Fernando Alonso. Se movió en el lugar natural de su Ferrari y aunque pudo adelantar al otro Red Bull, saldrá quinto porque esta vez se le coló Felipe Massa. El compañero del asturiano ha estado regularmente por detrás en la parrilla. De quince sesiones clasificatorias, solo se ha puesto por delante en tres ocasiones. Además de ayer, Massa lo hizo en Bélgica y Hungría.
El buen papel del brasileño, cuarto, añade morbo a las primeras vueltas. Comparte la segunda línea con Hamilton y del duelo pueden saltar chispas después de su enfrentamiento hace quince días en Singapur, cuando Massa recriminó en público y tras el Gran Premio la actitud del inglés, que le golpeó cuando ambos luchaban por la posición.
En la imagen Sebastian Vettel celebra la pole conseguida ayer en Suzuka./ toru hanai / reuters