A los amantes de las frases hechas, a los artistas y a los deportistas triunfadores les gusta decir que lo fácil no es llegar a la cima, sino mantenerse. La cima que alcanzó el equipo Hispania es la de poder codearse con los primeros espadas del automovilismo mundial. Con mucho esfuerzo, un milagro titánico, se colaron en la casa del vecino rico y participan de sus juegos. La Fórmula 1 es un club tan exclusivo que fagocita al primer miembro que dé muestras de flaqueza, así que al único equipo español no le queda más remedio que ponerse a tono para no dar el cante.
Cundió el pánico en la tropa ibérica del paddock cuando ninguno de sus coches estuvo el sábado en la sesión libre de la tarde y nadie de la escudería daba señales de vida. «Son reuniones normales», dijeron desde las entrañas del equipo. Su servicio de comunicación se encargó de difundir la buena noticia del día. Entre los kilómetros realizados en Bahrein y los ensayos libres de Melbourne, Bruno Senna ha completado la distancia equivalente a un Gran Premio. Y eso que el brasileño no salió a trabajar el sábado por la tarde porque su coche no tenía presión suficiente en el tanque de gasolina. El indio Chandhok sí lo intentó, pero su monoplaza sólo aguantó 100 metros en pista por un fallo en el embrague.
Uno de los sustentos del equipo murciano es Toni Cuquerella. Suyo es el sudor para mantener el milagro. En Super Aguri aprendió los trucos de supervivencia cuando no se tienen recursos y en BMW completó el máster que terminó como ingeniero de pista de Kubica. Ahora se aplica al frente del apartado técnico del Hispania Racing Team (HRC) a las órdenes de Colin Kolles. El patrón es el empresario afincado en Murcia José Ramón Carabante, y ayer estrenaban en Albert Park nueva directora de comunicación, Alba Saiz, que hasta hace unos meses trabajaba en el Real Madrid.
Con el monoplaza que Dallara puso en sus manos para que directamente llevaran a Bahrein, la «troupe Hispania» (47 personas en las antípodas) se las arregla para avanzar en su particular pretemporada en plena competición. El rosario de averías que sufren es, en cierto modo, lógico. No tanto, según trasciende desde el garaje, lo lentas que van las reparaciones. «Poco a poco lo vamos poniendo a nuestro gusto, pero hay trabajo que hacer sobre lo que nos entregó Dallara», explican.
Ayer, en la clasificación, volvieron a ocupar las dos últimas posiciones, a casi siete segundos del tiempo que valió a Vettel la pole, pero no sufrieron ningún incidente e incluso presumen de estar en el mismo segundo que los Virgin.
En la imagen El brasileño Bruno Senna rueda con su Hispania en Albert Park. Srdjan Suki / EFE