«He perdido la motivación y la energía necesarias. Es el momento de decir adiós». En realidad, su segundo adiós, aunque en esta ocasión parece que será el definitivo. El alemán Michael Schumacher (Hürth-Hermülheim, 3 de enero de 1969) anunciaba ayer en Suzuka, escenario este fin de semana del GP de Japón, que las seis carreras que quedan de la presente campaña serán las últimas que dispute en la Fórmula 1. Así, el 25 de noviembre, en Interlagos (Brasil), pondrá fin a una carrera de 21 años en la que ha batido todas las marcas posibles. El señor de los récords, con siete títulos mundiales, 91 victorias, 77 vueltas rápidas, 68 poles y 155 podios en 301 GP disputados (uno cada dos carreras), abandona el «Circo».
Se va el piloto más laureado de la historia, pero también el más sancionado debido a una competitividad llevada tan al extremo que a menudo rayó en lo antideportivo. Un Schumi que en 2006 anunciaba su primera retirada incapaz de asimilar las dos derrotas consecutivas sufridas ante el asturiano Fernando Alonso. Venía el «Kaiser» de sumar cinco títulos consecutivos con su Ferrari (2000-2004) y verse entonces superado por el campeón más joven de la historia a los mandos de un modesto_Renault fue algo excesivo para su exagerado ego.
No aguantó sin embargo demasiado lejos de la parrilla y el 23 de diciembre de 2009 se hizo oficial su vuelta a los circuitos, esta vez como piloto de Mercedes, escudería con la que se estrenó el 14 de marzo de 2010 con un sexto puesto en Bahrein.
Junto a él recaló en las «flechas de plata» Ross Brawn, con quien había compartido su etapa más gloriosa en Ferrari. Pero el matrimonio Brawn-Schumacher aportó pocos réditos a Mercedes, sin podios en 2010 y 2011 y con un tercer puesto este año en Valencia (GP de Europa) como mejor resultado._Fue el pasado 24 de junio, a punto de cumplirse 21 años desde que llegó a la F1 (agosto de 1991) a los mandos de un Jordan, sustituyendo _al belga Gachot en Spa-Francorchamps._Entonces no llegó a completar ni una vuelta en la única _carrera que disputó ese año, pero al siguiente, y en el mismo circuito pero ya como piloto de Benetton, lograba su primera victoria.
No fue sin embargo hasta 1994 cuando conquistaba la primera de sus siete coronas, al superar por un solo punto al británico Damon Hill (Williams) en una temporada marcada por la muerte del compañero de éste, el brasileño Ayrton Senna, en el circuito de San Marino.
Schumi arrasó al año siguiente y cerró su etapa en Benetton para fichar en 1996 por Ferrari, una escudería mítica en horas bajas que no conseguía un título mundial de pilotos desde 1989.
Aún pasarían varios años hasta que, en 2000, Schumacher logró su primer Campeonato del Mundo con Ferrari –el tercero en su palmarés personal– y dio comienzo a una dictadura desconocida hasta entonces. Primero igualó los cinco campeonatos del argentino Fangio y luego añadió dos más para cerrar el ciclo de cinco consecutivos conseguidos en la temporada 2004. Ese año se impuso nada menos que en trece de las dieciocho carreras disputadas.
Su reinado acabó en 2005 con la irrupción de Fernando Alonso, que se convertiría entonces en el campeón más joven de la historia. Una temporada más tarde repetiría el ovetense y Schumacher anunció su primer adiós. El de ayer se antoja ya definitivo. Le quedará sólo un récord que alcanzar: el de GP disputados._Llegará a 307 por los 323 de su ex compañero Barrichello.