Albert Park tiene ya todo dispuesto para acoger a los once equipos que el fin de semana iniciarán el Mundial de Fórmula 1. El Circo comienza su periplo, y lo hace con un equipo menos que en 2012, tras la desaparición del HRT español, como una menos serán las carreras a disputarse, al no haber encontrado finalmente Bernie Ecclestone sustituto para el Gran Premio de Europa, que venía disputándose en Valencia. Así, el de Australia en Melbourne abrirá el domingo una temporada con diecinueve carreras, con una única cita en territorio español (Barcelona, el 12 de mayo, que una vez más supondrá el inicio de la gira europea) y con final el 24 de noviembre en Brasil, también como viene siendo norma los últimos años.
Llegan los equipos a Melbourne tras tres tandas de entrenamientos, una en Jerez y dos en Montmeló, en las que los equipos han recorrido cerca de 50.000 kilómetros para poner a punto sus monoplazas. Sólo Sauber y Mercedes superaron la barrera de los 5.000 kilómetros en pruebas, siendo Ferrari la tercera escudería que más exigía a su monoplaza, el nuevo F138 (4.913 kilómetros). Y fue Fernando Alonso el que más exprimió a su «cavallino» (2.350 kilómetros), a pesar de haber tenido cinco días de ensayos, por los seis de su compañero, Felipe Massa (2.336 kilómetros).
El resumen de la situación con la que Alonso afronta su cuarta campaña en Ferrari lo hacía el asturiano tras cerrar el pasado domingo las pruebas en Montmeló: «Estamos doscientas veces mejor que el pasado año por estas fechas». Y es que la pretemporada de 2012 sólo había servido para confirmar el fiasco del «cavallino» por unos errores posteriormente detectados en el túnel del viento de Maranello, mientras que este año el F138 ha sabido estar a la altura de los mejores.
«Es pronto para saber si estaremos en el podio de Melbourne, pero partimos de una situación mucho mejor que el pasado año, y entonces hicimos cuartos. Tenemos un coche muy fiable y mucho mejor que el del año pasado. Entendemos cada pieza que hemos puesto y sabemos cómo nos van a responder. En 2012 no sabíamos ni cómo colocar los escapes...». Las palabras de Alonso alientan el optimismo en los aficionados. Y es que hace un año el Ferrari estaba a segundo y medio de los McLaren y Red Bull en pretemporada, en tanto ahora se codean con los más rápidos. Un ejemplo: en el global de las ocho jornadas de trabajo en Montmeló sólo tres pilotos lograron rebajar el minuto y 21 segundos en una vuelta: el alemán Nico Rosberg (1.20.130) y el británico Lewis Hamilton (1.20.558) con las «balas de plata» de Mercedes, y el asturiano (1.20.494) con su F138. Y en Jerez fue Felipe Massa quien cerraba la semana de pruebas con la mejor vuelta de toda la parrilla (1.17.879 por el 1.18.148 del Lotus de Kimi Raikkonen).
Estos tiempos habrá que ratificarlos ahora en Melbourne, donde el viernes se disputarán las dos primeras tandas de entrenamientos libres, en los que, con una temperatura previsiblemente más alta que la habida en Barcelona, se pondrá realmente a prueba el rendimiento de los nuevos compuestos de Pirelli para la campaña. El sábado habrá, como de costumbre, una tercera tanda de entrenamientos y la sesión de clasificación para establecer la parrilla, para que se dispute el domingo la carrera a las siete de la mañana.
La reducción a once escuderías supondrá una de las escasas novedades que presenta este año el Campeonato, pues serán seis los pilotos que queden eliminados en la Q1 en lugar de los siete de la temporada pasada. También seis caerán en la Q2, para mantenerse en diez los coches que terminarán jugándose la «pole» en la tercera ronda.
Segundo en 2010, cuarto en 2011 y segundo de nuevo el pasado año, Alonso confía en el F138 para lograr su tercera corona tras las de 2005 y 2006 (Renault) y acabar, de paso, con el monopolio de Sebastian Vettel, campeón los tres últimos años con su Red Bull. A la escudería austriaca no le ha ido especialmente bien en la pretemporada (1.22.514 como mejor crono de Vettel en Montmeló), y es que la nueva norma que limita la flexibilidad de los alerones parece haber afectado de manera notable a los diseños de Adrian Newey, que también podrían acusar la prohibición de utilizar el DRS durante la sesión de clasificación. Ahí, los sábados, cimentó Vettel su victoria la pasada campaña (seis poles por dos de Alonso) y ahí debe el asturiano iniciar ahora la reconquista.