Necesitaba Fernando Alonso dar un puñetazo sobre la mesa, reivindicar su condición de líder en Ferrari y afianzar su subcampeonato. Y el Gran Premio de Abu Dabi revitalizó la figura del asturiano. De la décima plaza en la parrilla a la quinta final tras una carrera plena de emoción y envuelta en varias batallas, no la menos cruenta la que mantuvo con su propio «compañero de equipo» Felipe Massa. Una quinta plaza que, aunque muy lejos del podio, tuvo el premio extra de afianzar al ovetense en el subcampeonato al incrementar en diez puntos su ventaja ante un Kimi Raikkonen (Lotus) que no lograba completar siquiera la recta de salida al tocarse con un Caterham, y en cuatro respecto a un Lewis Hamilton (MercedesMercedesMercedes) que salía seis puestos por delante de él en la parrilla y que cruzaba dos por detrás la meta.
Decidida la carrera ya antes de alcanzarse la primera curva del circuito de Yas Marina, cuando Sebastian Vettel superaba a un Mark Webber que perdía una vez más por su falta de reflejos la ventaja de la pole ganada el sábado, el primer punto de interés quedaba fijado en la guerra interna de Ferrari.Alonso, inmenso una vez más a pesar de iniciar la carrera en el lado sucio de la pista, superaba en la arrancada a Sergio Pérez (McLaren) y a Daniel Ricciardo(Toro Rosso), y hasta pasó por delante de un Massa que, herido en su orgullo, le devolvía el adelantamiento de seguido por el interior jugándose que ambos quedaran fuera de combate.
ConVettel insultantemente superior en busca de su undécima victoria del año y séptima consecutiva, la carrera entró en el habitual tramo de entradas en boxes hasta determinar cada escudería la estrategia final.Espejismo: Massa y Alonso llegaron a rodar segundo y tercero tras Vettel. Tras el primer cambio de neumáticos de todos los pilotos las posiciones volvieron a estabilizarse –séptima y octava plaza para el brasileño y el asturiano–, hasta que en el segundo regresó la emoción. Y a lo grande.
A falta de diez vueltas para la conclusión, en el giro 45, reclamaban a Fernando Alonso desde el garaje de Ferrari. Había logrado el asturiano estirar la vida de su juego de neumáticos duros y arriesgó colocando un juego gastado de blandos para completar la carrera. Arriesgó al límite y al límite forzó en la salida de boxes. La más espectacular de la temporada. El francés Vergne y el brasileño Massa venían luchando por hacerse con la séptima plaza, pero se la «robó» a ambos el ovetense, que tuvo que salirse de la pista para evitar ser embestido por el piloto de Toro Rosso. La acción, que quedará como uno de los momentos más emocionantes de la temporada, llamó la atención de los comisarios, que decidían abrir una investigación que finalmente quedó en nada.
Comenzó entonces Fernando Alonso a exprimir la velocidad extra que le otorgaban los neumáticos blandos frente a los duros que llevaban los pilotos que le precedían. A cuatro vueltas de la conclusión, con el cuchillo entre los dientes y a ritmo continuado de vuelta rápida tras vuelta rápida, el ovetense desprendía las pegatinas del MercedesMercedesMercedes de Hamilton, y al siguiente giro daba cuenta del Force IndiaIndia de Di Resta.Quinto. Y por si acaso había sanción de tiempo por la maniobra de la salida de boxes siguió empujando hasta el último momento logrando 11 segundos sobre el sexto que le habrían garantizado la plaza aunque le hubieran aplicado una sanción de 10 segundos.
En esta ocasión no hubo quinto malo. Porque fue especialmente buena la quinta plaza del asturiano, que firmaba su segunda vuelta rápida de la temporada tras la lograda en Alemania hace cuatro meses, habida cuenta de que le servía para reforzar un subcampeonato en el que ahora cuenta con 34 puntos sobre Raikkonen y 42 ante Hamilton con 50 por disputar. Y para reforzar su posición en Ferrari ante un Felipe Massa peleón como nunca porque se juega nada menos que encontrar un asiento para el próximo año.