Ferrari ganó con Raikkonen y el F2007 su último Mundial. Al año siguiente, al coche lo llamaron F2008 y el título se le escapó a Massa en la última curva. Cruzó la meta campeón, pero medio minuto después ya no lo era. Ganó Hamilton. Así que en 2009 rompieron la serie y aprovecharon su sexta década en la Fórmula 1 para bautizar el coche como F60. Salió mal aquel monoplaza y para el estreno de Alonso en la escudería le prepararon el F10. Otra vez en la última carrera se les escapó el campeonato, así que para este año mantienen su tradición de alterar la secuencia del nombre si el monoplaza no es campeón. Al asturiano le pondrán en sus manos el F150, un coche que presentarán el viernes en su fábrica de Maranello.
En un ejercicio patriótico, Ferrari se acuerda del aniversario de la República Italiana y le coloca al coche la edad de su país. Han desvelado también que la bandera del país será algo mayor que hasta ahora sobre el chasis rojo del monoplaza. «Ferrari es una expresión de la excelencia italiana, su talento y creatividad», dijo el presidente de la escudería, Luca di Montezemolo. «Todos los hombres y mujeres que han puesto todo su esfuerzo y pasión en su trabajo en Maranello comparten el orgullo y la responsabilidad de representar al país alrededor del mundo y por eso hemos elegido dedicar este coche a algo tan importante para toda Italia».