Crece en el paddock el debate sobre la falta de acción en la primera carrera del campeonato, el Gran Premio de Bahrein ganado por Fernando Alonso y con doblete de Ferrari. Las quejas nacieron en McLaren con Lewis Hamilton, posteriormente encontraron apoyo desde Mercedes con Michael Schumacher y luego Mark Webber (Red Bull) remató la jugada. Curiosamente, los grandes «fracasados» de la primera cita del año. Pero ello fue suficiente para que la maquinaria de los medios ingleses y también alemanes alentara la polémica. Nacieron entonces propuestas sobre el tipo de neumáticos (pidieron unos blandos más blandos para que duren menos vueltas) o incluso la obligación taxativa de realizar dos cambios de gomas.
Una única carrera parece un escaso banco de pruebas para voltear el reglamento con el campeonato iniciado. En Ferrari piden calma y que dejen reposar las nuevas normas recién cocinadas, igual que propone la Federación Internacional (FIA), que no quiere verse en el disparadero con modificaciones de última hora. Después de varios días sin poder expresarse al respecto, Fernando Alonso, siempre contrario a las variaciones reglamentarias, ofreció su versión sin dudar.
«¿Aburrido? Esto es Fórmula 1, no el Circo del Sol. Quien quiera ver incidentes, lluvia, coches de seguridad de seguido, está equivocado de deporte. Esto es tecnología punta y velocidad. Tenemos los coches más rápidos del mundo, la mayor precisión, y todos queremos ganar el título. Hay otros muchos y muy buenos espectáculos, pero son en recintos cerrados, en pabellones, festivales, motorshows y cosas de ésas», comentó el asturiano.
El cambio de motor de última hora de los dos Ferrari antes de correr en Bahrein dio que hablar últimamente, alimentando incluso las dudas sobre la fiabilidad del propulsor. No se llegaron a romper y sólo la prudencia aconsejó la sustitución. De hecho, tanto como Felipe Massa como Fernando Alonso tenían previsto usarlos en los entrenamientos libres de esta pasada madrugada. «Se cambiaron por precaución. Queríamos acabar la carrera y hubo señales de que podía pasar algo. Luego se analizó y habrían servido para correr, así que los seguiremos utilizando los viernes», explicó.
Ahora el asturiano llega líder a la segunda carrera, con siete puntos de ventaja respecto a Felipe Massa, optimista y seguro de que podrá hacer una «buena carrera» pero concienciado de que el peligro puede llegar otra vez desde Red Bull, que parece el coche más rápido de la parrilla. «No es lo mismo ser rápido que ganar carreras, aunque no es un secreto que ellos van un poco por delante de los demás. Pero no siempre el equipo que mejor juega gana el partido, y nosotros vamos a ponerles las cosas difíciles».
Alonso se trasladó hasta Australia directamente desde Bahrein. «Llevo aquí varios días, muy tranquilo, preparándome para esta carrera. Será difícil, pero espero que tengamos algunas opciones». El F10 no será muy diferente al que ganó en Bahrein, sólo con algunos ajustes para las especiales características de la pista australiana y pequeñas mejoras aerodinámicas.
El bicampeón mundial, por último, destacó que en la carrera de Melbourne, al disputarse sobre un trazado urbano, la sesión de calificación será decisiva. «Albert Park me encanta porque es un circuito técnico. Adelantar nunca ha sido fácil y, como en todos los circuitos urbanos, será clave lograr un buen puesto en la sesión de calificación para estar lo más adelante posible. Habrá que prestar mucha atención a los neumáticos porque previsiblemente tendremos unas temperaturas en pista diferentes a los test de pretemporada y a la que tuvimos en Bahrein».