Al_Mundial de Fórmula 1 se le conoce como el «Gran Circo» y bajo su carpa se vivió ayer el más difícil todavía. En el garaje de Ferrari poco menos que se disponían a celebrar el funeral de la temporada –Fernando Alonso sólo había podido lograr el séptimo tiempo en la Q3, con Hamilton (McLaren) en la pole por delante de los Red Bull de Webber y Vettel– cuando el alemán aparcaba su máquina en una curva del circuito de Yas Marina sin llevarla como es preceptivo hasta la zona de garajes para que analizaran el combustible. Los comisarios de la FIA, una vez más, no hicieron sino alimentar la incertidumbre anunciando al finalizar la sesión que iban a estudiar el incidente. Casi cinco horas después daban su veredicto: el Red Bull de Vettel saldrá hoy desde la última posición por infringir la norma 6.6.2., según la cual los coches deben regresar por sus propios medios al garaje tras la calificación con al menos un litro de combustible en el depósito. Cuando Vettel dejó su coche sólo tenía 850 mililitros en el tanque.
Los comisarios de carrera se reunieron con Vettel y los responsables de Red Bull y estudiaron las pruebas de telemetría. En principio aceptaron las explicaciones de la escudería austríaca, que aseguraba que la parada obedeció a causas de fuerza mayor y que llegó a responsabilizar de la misma a Renault, firma suministradora de sus motores. Pero un informe del delegado técnico reveló que en el tanque había una cantidad insuficiente de gasolina para su análisis y el engaño no surtió efecto.
Los cielos entonces se abrieron en Ferrari, donde se pasó de entonar el mea culpa –«No hemos sido capaces, ni aquí ni en la fábrica de Maranello, de dar un coche a Fernando Alonso con el que poder competir», llegó a declarar el jefe de la escudería, Stefano_Domenicalli– a sacar las calculadoras y echar cuentas sobre la nueva situación. Y es que de golpe y porrazo Fernando Alonso se encontraba con la gran oportunidad que estaba esperando de recortar los 13 puntos que le lleva Vettel en la general.
Cierto que el alemán volará hoy en la carrera, pero tendrá que superar muchos obstáculos para hacerse con un puesto entre los pilotos que opten a los puntos tras optar a última hora por salir desde el pit lane para evitar al menos el sofocón del embotellamiento en la primera curva. Y cierto también que el Ferrari de Alonso, sexto al final en la parrilla, aportó ayer muy pocas cosas positivas, pero sabido es que el F2012 es mucho más competitivo los domingos en manos del asturiano. Probablemente no tanto como para repetir los podios de las dos últimas carreras –tercero en Corea, segundo en India– pero por primera vez en mucho tiempo mirando por el retrovisor a su gran rival. Y el Mundial que por un momento parecía muerto está pero que muy vivo.
Una grúa retira de la pista de Yas Marina el Red Bull de Sebastian Vettel. steve crips / reuters