Despachó Fernando Alonso con la prensa internacional y le dio el relevo a Felipe Massa. Se cruzaron a la entrada del campamento de Ferrari. El asturiano le miró a los ojos, le agarró por los hombros y le apretó. Gesto de tensión contenida, de ánimo mutuo entre los colíderes del campeonato, cosechadores de méritos para hacerse con el mando de la escudería. Español, inglés e italiano, rutina idiomática de Alonso ante decenas de informadores de nacionalidades múltiples para dejar claras sus intenciones. «No vivo de la gloria de los viernes o de los sábados en la parrilla. Cada vez que me subo al coche tengo en mi cabeza recoger el trofeo en noviembre, sólo quiero ganar el campeonato».
Venía la explicación del asturiano a cuento de la batería de preguntas desde Inglaterra por las vueltas que rodó detrás de Massa en Australia. «No lo podría adelantar aunque hubiera querido porque mis neumáticos ya no estaban bien. Perdí tracción en la salida y después me sentía satisfecho con la cuarta posición. Mi misión en ese momento era ayudar a conservar el tercer y cuarto puesto que teníamos para el equipo», explicó el piloto.
Y tuvo que explicar cuál era su rol en Renault, cuando le pidieron concretar qué tal se encuentra sin ser considerado el primer piloto. «Allí tampoco había ni primero ni segundo, pero yo solía ser más rápido que mis compañeros. Al final eran jóvenes sin experiencia y yo me colocaba en la parrilla por delante de ellos, así que no tenía que competir contra el otro coche del equipo».
Del repaso de rivales para salir de noviembre con el trofeo que tanto dice desear, aparece otra vez Red Bull en el primer lugar de la lista de Alonso. «Son los más rápidos. Para ellos, todo lo que no sea poner los dos coches en cabeza es una decepción», advierte. «Debemos mejorar pero todavía no tenemos capacidad para ganarles en la lucha por la pole». El F10, sin embargo, supo aprovechar los problemas mecánicos de Vettel en Bahrein y Australia para tomar el mando en el campeonato. «Nuestro coche es bueno», explica Alonso. «Y hemos sabido estar atentos a las oportunidades que nos ha concedido Red Bull».
Los puntos de Australia hicieron que Alonso igualara a Ayrton Senna en el acumulado histórico, empatados en el tercer lugar de los que más cosecha han recogido en sus años de Fórmula 1. «Habrá que ir a por el segundo y luego a por el primero. No me interesan demasiado las estadísticas, para mí no son importantes, aunque cuanto más arriba esté uno, mucho mejor».
Con dos carreras disputadas y todos los puntos que se ponen ahora en juego cada domingo, Alonso no descarta todavía rivales. Cuenta con los mismos que señalaba al inicio del Mundial, incluido Michael Schumacher, que se ha autodescartado para las victorias por ahora. «Para ellos no está siendo fácil pero creo que Michael y Rosberg volverán con fuerza en algún momento del campeonato. El Mundial es largo y Schumacher siempre es un candidato».
Dice Fernando Alonso que el inicio del campeonato le está resultando «mejor de lo esperado», aunque todavía no se siente al cien por cien acoplado a sus nuevas circunstancias. «Aún no me he adaptado del todo al nuevo equipo, las nuevas reglas y todos los cambios de este año. Poco a poco estaré más cómodo, porque ahora es tiempo para evolucionar el coche y sacar partido a cada fin de semana».
Por último no quiso pronunciarse abiertamente sobre lo que pueda ocurrir en el Madrid-Barcelona que se disputará el sábado de la semana que viene en el Santiago Bernabeu: «para el Madrid-Barça aún quedan diez días, quien gane, ganará, pero ya veremos cómo acaba el campeonato».