Mónaco siempre es diferente. Especial. Los mecánicos deben amoldar la configuración de los monoplazas al circuito más lento y de curvas más cerradas del campeonato; los pilotos aprovechan la repercusión mediática de la carrera para poner un nuevo diseño en sus cascos y hasta los entrenamientos libres se adelantan una jornada para que hoy los lugareños puedan pasear por el mercadillo callejero de la fiesta de la Ascensión.
Y en Mónaco cobra relevancia como en ningún otro Gran Premio la sesión de clasificación que se disputará mañana desde las 14 horas. La pole tiene una importancia casi decisiva en esta carrera en la que los adelantamientos son la excepción, no la regla. Desde 2003 siempre ganó el piloto que consiguió la primera plaza en la parrilla salvo en 2008, cuando Hamilton, tercero en la salida, se llevó la victoria.
Desde la pole ganó Fernando Alonso en 2006 (Renault) y 2007 (McLaren), y la pole buscará hoy el asturiano ante Nico Rosberg y Lewis Hamilton, que han logrado las tres últimas para las «flechas de plata» de MercedesMercedesMercedesMercedesMercedesMercedesMercedesMercedesMercedes (China, Bahrein y España) y que ayer marcaban los mejores tiempos en el global de las dos tandas de entrenamientos libres. El ovetense fue segundo en la sesión matinal tras Rosberg y tercero tras el alemán y el británico en la vespertina, en la que todos los pilotos mejoraron sus tiempos.
Por la mañana los pilotos probaron los neumáticos blandos de Pirelli, que aquí serán los más duros a utilizar, y Rosberg mandó con 1:16.195 por el 1:16.282 de Alonso.Tras la pausa del mediodía, y con el sol calentando la pista, pudieron probarse ya los superblandos, con los que Rosberg volvía a repetir al frente de la tabla, con Hamilton, Alonso y Massa a su rebufo.En medio segundo los cuatro primeros.
Pero tanto o más importante que ver el mejor crono fue comprobar la fiabilidad de los monoplazas en las tandas largas, y hasta MercedesMercedesMercedesMercedesMercedesMercedesMercedesMercedesMercedes apuntó aquí que puede pelear el domingo por la victoria junto a los de siempre, es decir, Ferrari, Lotus yRed Bull, cuyos pilotos marcaban ayer cronos más bien discretos pero porque Webber y Vettel dedicaron la jornada a realizar largas tandas para examinar la durabilidad de los compuestos.
«Comprender» el comportamiento de los Pirelli será importante para decidir la estrategia. Habrá quien, como Lotus, se la juegue a un único paso por boxes, pero en cualquier caso los neumáticos aquí tendrán una importancia menor que la tenida en las carreras precedentes. La degradación en las calles de Montecarlo es muy inferior a la que se sufre en otros circuitos salvo que las temperaturas bajen de manera más que notable el domingo.
«Las sensaciones son positivas, pero seguro que todos están pensando lo mismo en estos momentos. Habrá que esperar a los libres del sábado para dar los últimos toques al coche y confiar en hacer una buena clasificación porque aquí la clave estará en la parrilla», apunta el asturiano, que tiene la oportunidad de convertirse en el primer piloto que logra la victoria en las calles de Montecarlo con tres escuderías diferentes. Y de romper de paso el gafe de Ferrari, que no gana aquí desde 2001 con Schumacher.
El francés Romain Grosjean, por otra parte, protagonizaba el susto de la jornada al irse con su Lotus contra las protecciones en la mítica curva de derechas de Santa Devota. Accidente sin mayores consecuencias pese a su aparatosidad, aunque arruinó su segunda tanda de entrenamientos y obligó a un trabajo extra a sus mecánicos para recomponer el monoplaza.