Temporada de 2010. Gran Premio de Abu Dabi. Fernando Alonso llegaba a la última cita del año al frente de la tabla (246 puntos) con los Red Bull del australianoMark Webber (238) y del alemán Sebastian Vettel (231) discutiéndole el campeonato. El asturiano tenía controlada la carrera cuando desde la escudería austriaca ordenaban entrar a cambiar neumáticos a Webber a sabiendas de que le condenaban a la zona trasera del pelotón. Y Ferrari cayó en la trampa. Enviaron a Alonso tras el australiano y Vettel acabaría llevándose la victoria y sumando su primera corona...
Hoy está el alemán a medio paso de la cuarta cuando aún quedan cuatro carreras más por disputarse este año (India, Abu Dabi,Estados Unidos y Brasil). Y lo está tras ganar ayer en el circuito japonés de Suzuka su novena carrera de la temporada y quinta consecutiva, después de que Red Bull, que sólo mira por sus ojos desde aquella cita de AbuDabi, «castigara» una vez más a Mark Webber con sus decisiones. Un «castigo» que además de excesivo se antoja innecesario, pues el cuarto título de Vettel está y estaba más que garantizado. Pero ni así dejaron al «aussie» liderar la prueba y le ordenaban un paso extra por los garajes, un tercer cambio de neumáticos por los dos de su compañero de equipo, que arruinaba todas sus opciones para dejar libre el camino al alemán.
Y no es ya campeón Vettel porque Alonso, que necesitaba por lo menos mantener la octava plaza desde la que salía en la parrilla para evitarlo, no sólo lo lograba sino que finalizaba cuarto, para retrasar, aunque sea sólo por un Gran Premio, la coronación del alemán.
La salida decidió que en Suzuka no hubiera una carrera, sino dos. El francés Grosjean aprovechó por delante la habitual indecisión de Webber al cambiar el semáforo a verde para tomar la delantera; por detrás, Alonso superaba a Hulkenberg (SauberSauberSauber) y a un Hamilton (MercedesMercedesMercedes) pinchado; pero se veía retenido por un Felipe Massa que llevó al extremo su amenaza de correr sólo pensando en él...
El primer cambio de neumáticos tampoco sirvió para que en el box de Ferrari aclarasen sus ideas. Hicieron entrar primero a Massa, con lo que priorizaban su posición, y lo único que lograron es que Hulkenberg recuperara la plaza que había perdido ante el asturiano. Hasta el vigésimo giro no logró Alonso adelantar al brasileño, necesitando para ello apurar al máximo la frenada en el final de la recta de meta, situándose quinto tras Hulkenberg gracias también a una sanción a Rosberg (MercedesMercedesMercedes).
En esa quinta plaza, apurado en ocasiones por Kimi Raikkonen (Lotus), permaneció Alonso hasta que a siete giros de la conclusión daba cuenta de Hulkenberg, devolviendo así al alemán la moneda de la anterior cita de Corea del Sur, cuando acabaría a su rebufo.
Alonso, cuarto, afianzaba así su plaza de subcampeón, en tanto medio minuto por delante se vivía la batalla de los Red Bull y Grosjean, con los «energéticos» sacando alas a su superioridad numérica para provecho, una vez más, de Vettel.