El educado Pedro de la Rosa también tiene su orgullo de piloto. No podía ser de otra manera habiendo llegado a la Fórmula 1, a pesar de que coloca siempre por delante sus buenas maneras en un mundo donde no son demasiado habituales y sí se estilan alardes de soberbia, en un abanico de poses y actitudes muy estudiadas. Al catalán le han dado un Sauber con muchos problemas. Engañó en pretemporada con un rendimiento aceptable y escasas averías, pero a la hora de la verdad se ha desinflado. Apenas tiene puntos fuertes, quizás el paso por las curvas lentas, pero no tiene punta, se atasca cuando hay baches y la aerodinámica no es su mejor asignatura. La peor, sin duda, la fiabilidad. Dos fallos hidráulicos en Bahrein, sendas roturas de motor en Malasia y el accidente de Kobayashi en Australia dejan el balance de que, con seis posibilidades de terminar carreras, sólo han llegado una a meta, la del español en Albert Park (decimosegundo), muy cerca de los puntos.
Con esos antecedentes, a De la Rosa le sentó fatal que el jefe del equipo, Peter Sauber, deslizase que le estaba costando coger la medida a la competición en su vuelta a las carreras. Y ayer no tuvo más remedio que contestarle, con discreción, pero directo al grano. «Me costó tres días adaptarme al coche, que fue cuando en pretemporada dije que estaba oxidado. A partir de ahí he conducido muy bien, pero hemos tenido graves problemas de fiabilidad, que no nos habían sucedido en todo el invierno».
Desde Venezuela llegó también el rumor de que el catalán tenía los días contados ante Pastor Maldonado, el pasado año en la GP2. «Me lo tomo como una habladuría más. Lo mejor que podéis hacer es preguntárselo a Peter Sauber. Es algo que no me inquieta. Sólo pienso en seguir aquí muchos años y trabajar para mejorar el coche», comentó De la Rosa.
Sólo el que junto a Maldonado llegara un gran patrocinador podría dar crédito al asunto. Sauber fichó a De la Rosa para que le ayudase a hacer un buen coche con su gran experiencia y por lo visto hasta ahora al monoplaza le falta mucho trabajo de ingeniería.