Interlagos nunca decepciona. Es un circuito corto y ratonero, muy exigente con los neumáticos pero al mismo tiempo muy abierto a los adelantamientos. La batalla ayer fue mayúscula entre Mercedes, Red Bull y Ferrari, aunque la suerte de los campeones terminó inclinando la balanza una vez más a favor de Lewis Hamilton, ganador de la carrera por delante de un Max Verstappen imperial que veía cómo el francés Ocon arruinaba sus opciones provocando un estúpido accidente cuando pretendía desdoblarse del holandés, entonces líder destacado de la prueba. La victoria de Hamilton y el quinto puesto de Bottas otorgaban además de forma matemática a Mercedes su quinta corona consecutiva en el mundial de constructores.
Mientras la suerte se aliaba de nuevo con Hamilton la maldición sigue sin desprenderse de Fernando Alonso. En un circuito en el que vivió algunos de los episodios más sobresalientes de su carrera -un tercer puesto en 2003 con accidente incluido que le obligó a recibir el trofeo en el hospital; la consecución de los títulos en 2005 y 2006?- el asturiano completaba ayer una de las carreras más tristes de su historial. Ya el sábado había sido nefasto para McLaren, con sus dos pilotos eliminados en la primera clasificatoria, pero aún fue capaz la escudería británica de empeorar las cosas en carrera con un desastroso cambio de neumáticos que hundió a Alonso en la cola de la clasificación y en la decepción más absoluta.
McLaren hace tiempo que ha arrojado la toalla y el último tercio de campeonato, coincidiendo con el anuncio de su retirada de la Fórmula 1, está siendo un auténtico calvario para Fernando Alonso. La de Brasil era su sexta carrera consecutiva fuera de los puntos, pero es que desde que hizo pública su decisión de apartarse del "Circo" no hacen más que crecerle los enanos. Ocho carreras desde entonces con un desolador balance de cuatro abandonos (Bélgica, Italia, Estados Unidos y México), tres pruebas finalizadas muy lejos de los puntos (Rusia, Japón y la de ayer en Brasil, donde los cuatro primeros le doblaron en dos ocasiones) y sólo una con premio gracias a la séptima plaza de Singapur. Sólo su buen inicio de campeonato (32 puntos en las cinco primeras carreras frente a los 18 de las quince últimas) explican que mantenga aún la décima plaza en la general.
La flor de Hamilton. Lo que el sábado parecía una jugada maestra de Ferrari, al clasificar tanto a Vettel como a Raikkonen con los neumáticos intermedios, se volvió en contra de la "scuderia" ya en la salida, pues no sólo fueron incapaces de plantar batalla a los Mercedes de Hamilton y Bottas en la arrancada, sino que incluso se veían muy pronto superados por el Red Bull de un genial Verstappen.
El título de escuderías ya parecía entonces inclinado definitivamente a favor de Mercedes, pero la emoción lejos de decaer iba en aumento gracias al pulso extraordinario que se preveía hasta el final de la carrera entre Hamilton y Verstappen, que saliendo quinto era segundo ya en la décima vuelta, después de superar también a Bottas.
El británico lograba mantener la cabeza tras el paso por el garaje para cambiar neumáticos pero es incapaz de frenar el ímpetu del holandés en el giro 40 de los 71 a los que estaba programada la carrera. Verstappen parecía levitar sobre el circuito mientras el británico sufría una vez más con los neumáticos. Pero con lo que no contaba el joven piloto de Red Bull era con toparse cuatro vueltas después con la insensata irrupción del Force India de Esteban Ocon. El francés embistió y sacó de la pista al holandés, que trompeó arruinando todas sus opciones. El incidente le supuso una fuerte sanción al galo, que tras la carrera también tuvo que aguantar los insultos y hasta los empujones de un enfurecido Verstappen, y desbrozó de obstáculos el camino hacia la victoria de Hamilton, décima de la temporada y 72.ª de su palmarés.
Cierre en Abu Dabi. En dos semanas, el próximo día 26, el Gran Premio de Abu Dabi pondrá el punto y final a la temporada de 2018 y en él Fernando Alonso cerrará por su parte un paréntesis que abría en 2001. Una jornada de la que cabe esperar muy poco en lo deportivo dado el caos que impera en McLaren, pero que hade servir como homenaje a un piloto que, sin duda, ha sido mucho mejor en la pista de lo que pueda indicar su palmarés por importante que éste sea. Una cita en la que echando la vista atrás no podrá pasarse por alto que en Yas Marina sufría Fernando Alonso en 2010 un golpe muy duro, probablemente el peor de toda su carrera. En aquella cita, la última también de la temporada que supuso su debut con Ferrari, acarició el asturiano con la punta de los dedos la que hubiera sido su tercera corona mundial, pero los ingenieros de la "scuderia" cayeron en la trampa lanzada por Red Bull y optaron por copiar la estrategia de Mark Webber? para servir en bandeja de oro el título a Sebastian Vettel.
Regreso a la resistencia. Antes, el próximo domingo, tiene Alonso una nueva cita en el Mundial de Resistencia con la disputa de las 6 Horas de Shanghai, quinta de un calendario con ocho pruebas y que se prolongará hasta junio de 2019. El asturiano figura con 84 puntos al frente de la tabla junto al suizo Buemi y el japonés Nakajima, por los 71 del otro equipo de Toyota que integran el argentino López, el británico Conway y el japonés Kobayashi. Alonso, Buemi y Nakajima buscarán su tercera victoria del año tras las logradas en las 6 Horas de Spa y las 24 de Le Mans.