Por segunda vez esta pretemporada, Fernando Alonso se presentó ante la prensa antes de que sonase la sirena de final de jornada. La primera vez fue para hacer un viaje relámpago a Italia y ver cantar a su mujer en el Festival de San Remo. Ayer, la comparecencia del asturiano se adelantó a las tres de la tarde, después de una mañana de mucha lluvia, poco rodaje y buenas conclusiones, según él. La escasez de público en la tribuna para ver el último día de pretemporada contrastaba con la expectante y bulliciosa sala de prensa. ¿Cómo afronta el bicampeón el inicio de la nueva temporada?
«Queremos hacerlo bien en Australia. Para un equipo que quiere ganar al final, no pensar en el podio sería demasiado pesimista. Cuando todos muestren sus cartas nos podremos llevar sorpresas positivas y negativas. Esperemos que sean positivas», declaró Alonso. ¿En qué nivel está su monoplaza? «Ojalá pudiese decir con certeza si el coche es ganador», admitió. «Ha sido una pretemporada buena. Somos el equipo que ha rodado más kilómetros, el que ha tenido menos problemas en fiabilidad. Pero hay que esperar a Australia para saber qué nivel de competitividad tendremos», vaticina el asturiano.
El ramillete de favoritos no cambia. «McLaren estará en la pelea al final, Mercedes ha mejorado y Red Bull y Ferrari parece que también están arriba. Hay que esperar dos semanas para confirmarlo, pero estamos contentos con el trabajo hecho».
Pese a los avances, Alonso rebaja las expectativas: «No se puede empezar cada temporada exigiendo ganar un Mundial. He ganado dos títulos y estoy en Ferrari, y nuestra ambición es luchar por el título. Pero si no se gana, se prueba al año siguiente. Considerar una decepción no ganar el título o todas las carreras que disputemos es engañarnos a nosotros mismos. Cada inicio de temporada el objetivo es luchar por ganar. Pero exigencias, cero».
La última jornada productiva de test, la del viernes, permitió ver la resurrección de Schumacher, el rival al que más respeta Alonso. Con matices. «Cuando dije lo de Schumacher, dije que el rival al que más respetaría partiendo todos de cero es Michael», puntualizó. «Le pongo como un ejemplo para nosotros. Es al que más respeto, pero quizá no sea el más peligroso. Los dos pilotos de Red Bull son los favoritos, a priori. Pero con la mejora de Mercedes, Schumacher vuelve a ser competitivo».
Sin embargo, catalogar ahora al resto de equipos es complicado. ¿Es verdad que Red Bull tiene más velocidad punta y Ferrari más ritmo de carrera? «De lo que se rumorea no puedo opinar. No tenemos una idea clara de dónde está cada equipo», se excusa Alonso, aunque «es de suponer que Red Bull está fuerte porque tiene la continuación del coche del año pasado, cuando ya sabíamos que iba rápido».
La suspensión del primer Gran Premio de la temporada, en Bahrein, ha dado quince días más de margen a los equipos para trabajar. Pero Alonso admite que «no ha supuesto ningún cambio ni ninguna ventaja o desventaja. El coche iba a estar en perfectas condiciones en Bahrein. Y a Australia llegamos con la fiabilidad de algunas piezas del nuevo paquete aerodinámico más probadas».
Cuando arranque de manera oficial el Mundial se cumplirán 10 años del debut de Alonso. El estreno queda muy lejos para Alonso, que destaca como los mejores momentos «los dos Mundiales»; el peor, «quizás 2009, cuando a duras penas entrábamos en la Q3». Pero el pasado es pasado, y ahora toca mirar adelante.
En la imagen Alonso rueda en Montmeló en medio del aguacero. andreu dalmau / efe