Presionados por los resultados, los mejores cerebros de Ferrari han pisado el acelerador en la fábrica durante las tres últimas semanas de parón en las carreras. Todo lo que no se movió en la pista se agitó en la factoría. El grupo de técnicos de élite de Maranello hizo acto de contrición con el firme propósito de corregir la línea equivocada que seguían con el F150. Cálculos sobre el ordenador, verificaciones en la máquina de realidad virtual y datos en el túnel de viento… De ahí sale la interminable lista de novedades que se lleva el fin de semana a la pista entre algodones y con los dedos cruzados. Sin posibilidad de pruebas fuera de las carreras, los entrenamientos libres de los viernes se convierten en una prolongación de la pretemporada. Tan pronto llevan los coches las piezas que sacarán al día siguiente, como un avance experimental de una idea surgida en la fábrica. Por eso es tan complicada la lectura de los tiempos, junto a la variante de cargas de gasolina y configuraciones de coche no declaradas.
Estambul recibió a la Fórmula 1 como nunca lo había hecho. Con lluvia y mucho frío. Turquía se despide del calendario esta temporada porque el dinero ha roto el acuerdo entre los promotores y el patrón Bernie Ecclestone. Se corre aquí desde 2005 y en los primeros años se hizo bajo el fuerte calor que en agosto castiga la tierra otomana. Desplazada en el calendario, la carrera se fue metiendo poco a poco en la primavera y del fresco del pasado año se pasó a clima adverso de ayer, colocada la cita a primeros de mayo, un mes antes que en el anterior ejercicio.
No subió la temperatura de once grados en todo el día, que es lo habitual en Spa (Bélgica), la carrera habitualmente más fría del Mundial. La lluvia apareció en la primera sesión y de allí salió Fernando Alonso con el mejor tiempo. El vigente campeón y líder de la general, el alemán Sebastian Vettel, resbaló en la curva 8 con su Red Bull cuando aún estaba desperezándose. Destrozó su monoplaza contra la protección y pasó el resto del día en el taller.
Al asturiano Fernando Alonso y al brasileño Felipe Massa les prepararon en Ferrari un viernes en el tubo de ensayo. Repartieron entre los dos coches sus piezas nuevas y tenían la noche de ayer para montar ambos monoplazas con todo lo bueno. «Hemos mejorado, pero tenemos que saber cuánto», admite el asturiano. Su día no fue de los que se catalogan como perfectos.
Se emocionó el asturiano con el ala móvil en la segunda sesión y pegó un trompo sin consecuencias. Después, camino de boxes, el coche se paró y necesitó los empujones de varios auxiliares de pista para llegar al garaje. La Scuderia guardó silencio sobre lo ocurrido. «Todavía no sabemos qué ha sido», señalaba Alonso a media tarde. Todo apunta a un fallo en el circuito hidráulico como responsable del parón del F150 durante media hora.
Así que Alonso salió decimoprimero de la segunda sesión, sin prever una revolución para la toma de tiempos de esta tarde en la clasificatoria. «Es difícil hacer pronósticos. Mercedes tiene mucho nuevo y puede ir rápido, igual que Renault. Y ya sabemos lo que pueden dar de sí tanto Red Bull como McLaren. Está todo muy apretado y tendremos que sacar lo mejor de nosotros si queremos estar delante», comenta el asturiano.
Da en el clavo Fernando Alonso con la escudería británica. Huyeron de la lluvia por la mañana, sin apenas realizar Hamilton y Button trabajo en la pista, pero por la tarde colocaron los dos coches arriba. Los problemas del invierno están olvidados.
En Ferrari, mientras tanto, aguardan a hoy para comprobar el resultado de sus desvelos, del trabajo de los últimos días en Maranello. La cirugía en el F150 no ha sido radical, pero sí notoria. Viene el monoplaza con un alerón delantero nuevo y retoques en el posterior. Debían meter mano a la aerodinámica, que es donde sufre el coche rojo la mayor carencia. Han variado también algunos aspectos del sistema de frenos y dejan para más adelante las ideas que manejan en torno a los escapes de aire. Será en Barcelona, a finales de mes, cuando echen el resto y, a la semana siguiente, pondrán la carrera de Mónaco como punto de partida para la remontada. Si las cosas no funcionan entonces, en Canadá tendrán su match ball. O van bien allí, o pasarán página hasta el año que viene.
En la foto El F150 de Fernando Alonso deja tras de sí una cortina de agua durante la primera sesión de entrenamientos libres de ayer, desarrollada bajo la lluvia en el circuito de Estambul.