Entre la polvareda en torno a la celebración o no del Gran Premio de Bahrein emerge una figura española. Carlos Gracia, presidente de la Federación Nacional e inquilino de una de las vicepresidencias de la FIA, fue el elegido. Allí le mandaron y después de un día y medio, su informe fue positivo. Se puede organizar la carrera. Rápido le encontraron sitio en el calendario (30 de octubre) y desplazaron la fecha de India al 11 de diciembre. Así tendrían más tiempo en Delhi para rematar un circuito que va muy justo de plazos. A Gracia le ha tocado defender su trabajo porque las críticas a la decisión no tardaron en aparecer. La situación política de un país en el que se suceden protestas contundentes contra la monarquía no les parece a muchos la más segura para llevar allí el festival de los coches.
Han hablado en contra antiguos pilotos y el ex presidente de la FIA, Max Mosley, aunque éste critica por sistema todas las decisiones de la Federación. Entre los pilotos, solamente Mark Webber alzó la voz. «Nos guste o no, la Fórmula 1 y el deporte en general no están por encima de la conciencia y la responsabilidad social. Espero que la Fórmula 1 sea capaz de volver a Bahrein con el tiempo, pero ahora no es el momento adecuado», dijo el piloto australiano.
Desde que volvió de Bahrein, Carlos Gracia no ha hecho más que defender su informe positivo. «Algunos que están muertos deportivamente hablando dicen que la Fórmula 1 hace un flaco favor a los derechos humanos. Yo he hablado con responsables de derechos humanos y me han dicho que no se han violado. Son opiniones gratuitas. Yo creo que vale más la opinión de alguien que está in situ que no de alguien que habla tranquilamente desde Londres o Montecarlo».
Los equipos son reacios a viajar y aunque guardan silencio público ya le han hecho saber a la FIA_su opinión. No quieren ni una pizca de riesgo. Y tampoco les hace gracia terminar el campeonato tan avanzado, en diciembre. Ecclestone navega en la ambigüedad. «Por la forma en que están las cosas ahora, no tenemos idea de lo que sucederá, debemos ser cautos». Y claro, Carlos Gracia, aunque defiende su idea, admite matices. «No iremos allí contra viento y marea. Sólo si hay seguridad. La Fórmula 1 no son sólo los pilotos. Se mueven 2.500 personas y no se les puede hacer correr riesgos». El presidente de la Española habló ayer en Madrid durante la presentación de la carrera de Valencia, que seguirá a la de Canadá de este fin de semana.