Lejos de servir para serenar los ánimos, las vacaciones veraniegas han revolucionado aún más si cabe un Mundial empeñado en pasar a la historia como el más competido, igualado y sorprendente de la Fórmula 1; un campeonato convertido en un tiovivo en el que un piloto se encuentra tan pronto en lo más alto como desaparece en la mediocridad. Todos menos uno: Fernando Alonso, al que la regularidad y la fiabilidad condujeron al liderato en la primera parte de la temporada y que en el circuito belga de Spa, puerta de salida hoy de la segunda parte del campeonato (nueve últimas carreras), ocupará la quinta plaza en la parrilla viendo por el retrovisor a sus tres principales perseguidores en la general: Webber, Vettel y Hamilton. Alonso había sido sexto, pero una sanción a Maldonado le hace adelantar un puesto.
La pole tuvo un dueño indiscutible: el británico Jenson Button, que conseguía así no sólo la primera de la temporada sino la primera desde que en 2009 ganaba la corona a los mandos del Brawn GP. Button fue el mejor en las tandas clasificatorias, mientras el resto se jugaba sus bazas en la Q3 a una sola vuelta, aunque para entonces Alonso ya sabía que el alemán Vettel no iba a estar entre los mejores tras caer en la Q2 y que el australiano Webber arruinaba de antemano sus opciones al haber tenido que poner una nueva caja de cambios, lo que le suponía un retraso de cinco posiciones en la parrilla.
Con su Ferrari especialmente reglado para las zonas rápidas del circuito, donde los adelantamientos serán hoy más factibles –_los sectores 1 y 3 del circuito– Alonso sólo cedió en la parrilla ante otros dos ex campeones como Button (McLaren) y Raikkonen (Lotus)._Pero entre la pole del inglés y la sexta plaza del ovetense se situaron otros tres invitados como el japonés Kobayashi (SauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauber), el venezolano Maldonado (Williams), después sancionado por obstruir en dos curvas al alemán Niko Hülkenberg (Force IndiaIndiaIndiaIndia), y el mexicano Sergio Pérez (SauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauberSauber), un tipo que gana enteros en las quinielas para convertirse el próximo año en el compañero del asturiano en la escudería del «cavallino».
Button, el más irregular entre los «grandes» esta campaña –capaz de ganar en Australia y de ser segundo en China y Alemania, pero también de no haber puntuado en Malasia, Bahrein, Mónaco ni Canadá–, es el gran favorito para hacerse hoy con la victoria por delante de un Raikkonen que saldrá cuarto y que aún no ha ganado tras su regresado al «Circo» (tres segundos y dos terceros puestos), pero que puede convertirse en el gran rival de Alonso de aquí al final de la campaña.
Con Hamilton (séptimo),_Vettel (décimo) y Webber (duodécimo) a sus espaldas, el asturiano tendrá que prestar especial atención hoy a evitar los líos en la primera y complicada curva del circuito belga al estar encajonado en la salida entre dos pilotos tan impetuosos como Pérez y Maldonado. El séptimo podio de la temporada para el ovetense parece factible, lo que de paso le permitiría dar un paso más hacia la tercera corona, dado el retraso de los dos pilotos de Red Bull.
Alonso, además, tendrá hoy la posibilidad de igualar a Michael Schumacher como el piloto que ha puntuado en más carreras de manera consecutiva. El alemán lo logró en 24 ocasiones entre 2001 y 2003, y el ovetense suma 23 desde el GP de Europa del pasado año. Más complicado parece el reto de lograr su primera victoria en la Fórmula 1 en Spa, un circuito que le sirvió de trampolín con su victoria en 2000 en la Fórmula 3000.
En la imagen Alonso observa el trabajo que los ingenieros y mecánicos de su equipo realizan en su monoplaza.| françois leonir / reuters
