La escudería española lucía en la noche de Melbourne una de las mejores sonrisas del paddock. Se sentían ganadores desde su modestia, con un coche por primera vez terminando la carrera. El honor le correspondió al indio Karun Chandhok, en el decimocuarto puesto final. Una migaja para otros, un abrazo de ilusión para el pequeño equipo, que se encuentra en plena «pretemporada», analizando el coche, probando sobre la marcha, descubriendo sus mil errores, también sus virtudes. Paso a paso, porque el brasileño Bruno Senna tuvo peor fortuna y se vio obligado a retirarse a las cuatro vueltas, otra vez por un fallo en el maldito sistema hidráulico, una cruz para la escudería murciana.
En la austera caseta de Hispania, sin apenas mobiliario, con la televisión recién instalada, los ingenieros repasaban datos a última hora. Se los notaba satisfechos. «Nos da mucha motivación haber terminado. Además, no estamos tan lejos de otros equipos en los tiempos», dice Ángel Baena, uno de los ingenieros españoles embarcado en la aventura, emigrado desde BMW. Se refiere, obviamente, a los tiempos de los otros debutantes que sí pudieron trabajar durante el invierno.
«Hemos conseguido el mejor resultado al que podíamos aspirar. Para nosotros terminar una carrera es como para otros alcanzar puesto de podio», comentó Chandhok, por su parte.
Compararse con los grandes sería una temeridad. La mejor vuelta de Chandhok estuvo a casi siete segundos del giro más rápido en la carrera (Mark Webber), y así pasó que llegó al final con cinco vueltas perdidas, doblado una y otra vez por monoplazas que parecían misiles a su lado; pero la alegría era, sin duda, plena, porque el coche del indio pudo eludir los diez abandonos que hubo en la siempre complicada pista de Albert Park.
Uno de los más sonrientes junto al último garaje del paddock era José Carabante, consejero delegado de la escudería e hijo del propietario, José Ramón Carabante. «Esto es un paso más, la demostración de que podíamos hacerlo. Crecemos cada vez que los coches salen a rodar, y haber terminado la carrera les sirve a los ingenieros para recoger una cantidad enorme de datos».