La amenaza se hizo ayer realidad. El alemán Sebastian Vettel lograba en el circuito surcoreano de Yeongam su tercera victoria consecutiva, cuarta de la temporada, y desbancaba del liderato al asturiano Fernando Alonso, que lograba el máximo a lo que podía aspirar su Ferrari con una tercera plaza, por detrás del otro Red Bull del australiano_Mark Webber.
Vettel, campeón los dos últimos años, retomaba así un liderato que ya tuvo fugazmente tras la cuarta carrera del año, en Bahrein, y del que Fernando Alonso había disfrutado sin interrupción desde el GP de Europa de Valencia. El ovetense, que mediada la temporada llegó a tener más de 40 puntos de ventaja sobre el alemán, tiene ahora seis de desventaja. Toca remontar y sólo quedan cuatro carreras para dar la vuelta a la situación.
Todo lo que tenía que pasar en el GP de Corea del Sur pasó en la salida. Webber había logrado la pole por delante de Vettel, pero cuando se apagó el semáforo no discutió el liderazgo de su jefe de filas, a quien dejaba el camino libre mientras se preocupaba de taponar a quienes venían por detrás. Una buena manera de pagar la renovación de su contrato. Y quien venía por detrás no era otro que Fernando Alonso. El asturiano, cuarto en la parrilla, parecía haberse quedado sin sitio para atacar, pero supo mantener la sangre fría y esperar al contracurveo posterior a la frenada de meta para ganarle la partida a Lewis Hamilton, mientras Felipe Massa hacía otro tanto con Kimi Raikkonen para situarse quinto.
Ahí prácticamente se finiquitó la historia. Vettel puso tierra de por medio mientras Webber se encargaba de guardarle fielmente las espaldas y nada ni nadie fue incapaz de incordiar a los intratables Red Bull. Cada vez que Alonso recortaba algunas décimas al australiano durante un par de giros consecutivos, Webber pegaba un arreón a ritmo de vuelta rápida para dejarle claro que hoy por hoy la diferencia de monturas es abismal.
Intentó Alonso estirar su primer juego de neumáticos, pero lo único que logró fue llevarse un susto en la salida de la calle de garajes con el mexicano_Sergio Pérez. Poco después el McLaren de Hamilton se venía abajo y Massa lograba sus primeros minutos de gloria de la temporada. En la salida había superado a un campeón como Raikkonen y ahora adelantaba a otro como_Hamilton.
Estuvo incluso más cerca Massa de Alonso que el asturiano de Webber, lo que motivó una clara advertencia al brasileño por parte de los ingenieros de Ferrari. «Estás demasiado cerca, sitúate entre dos y tres segundos». Y es que desde que se permiten las órdenes de equipo no hay sutilezas que valgan.
Que Vettel iba a ser el gran rival de Fernando Alonso en la lucha por la corona era algo que se veía venir desde hace tiempo. Más concretamente desde que aprovechando el parón agosteño Adrian Newey ganaba, una vez más, la partida a los diseñadores de Ferrari y ponía a disposición de sus pilotos ese doble DRS inventado por SauberSauberSauber, pero que en Red Bull han sabido explotar al máximo.
Alonso ha perdido la ventaja, sí, pero Ferrari debe también sacar consecuencias positivas. Por ejemplo, que tras los Red Bull sólo están ellos una vez que McLaren volviera ayer a evidenciar el mal fario que le persigue esta temporada. Kobayashi rajó el neumático de Button en la salida y Hamilton terminó llevándose un trozo de alfombra verde colgada de su monoplaza.
Tiene mucho trabajo que hacer la Scuderia y quince días por delante para ofrecer a Fernando Alonso algo con lo que emprender la remontada. La primera oportunidad la tendrá dentro de dos semanas en la India.