Se trata de rebajar la tensión ante el fin de semana de carrera en Japón entre los dos españoles de la Fórmula 1 y por eso el padre de Jaime Alguersuari echa balones fuera y quita importancia a las palabras calientes de su hijo nada más bajarse del coche en Singapur. Allí, Alonso y el barcelonés se enzarzaron en una maniobra de doblaje que le costó una posición al de Ferrari. Una indirecta ante los micrófonos provocó la respuesta orgullosa del joven de Toro Rosso. «Es poco profesional echar la culpa a otro por no subir al podio», dijo de manera vehemente. Suficiente para generar debate entre la estrella española de los últimos años y el aspirante a ocupar su puesto cuando una mejor montura se lo permita.
Fernando Alonso y Jaime Alguersuari no son amigos. En realidad, muy pocos pilotos lo son entre sí. «No invitaría a ninguno a cenar a mi casa», desveló con naturalidad no hace mucho Jenson Button, en la mejor escenificación de la dureza del paddock en una competición en la que el primer rival es el compañero de garaje. Los dos españoles son de distintas generaciones, nacido en 1981 el asturiano y nueve años más tarde el de Barcelona. Hasta la Fórmula 1, nunca habían coincidido en una pista, aunque sí sus familias, por la vinculación del padre de Alguersuari con algunas de las categorías menores en las que Alonso escalaba peldaños en busca de la gloria.
«Es una tontería sin importancia que ya cansa y que algunos están interesados en darle un interés superior al que tiene. Jaime se extrañó por la polémica y también el propio Alonso», dijo ayer el padre de Alguersuari en un acto en Barcelona.
La aparición del coche de seguridad en Singapur hizo que Mark Webber se acercase a Alonso, tercero en ese momento y peleando por el podio. El Toro Rosso de Alguersuari, doblado, quedó atrapado entre los líderes y avisado por las banderas azules para facilitar el doblaje. La operación se demoró unas curvas más de la cuenta y Mark Webber, piloto de Red Bull, casa madre del Toro Rosso que maneja Alguersuari, se le coló al asturiano. «Parece que algunos tienen problemas para mantener la cabeza concentrada en el coche», dijo Alonso nada más terminar la carrera, en referencia a los doblados, que habían dado bastantes problemas durante el Gran Premio.
En un primer momento, Alguersuari respondió escéptico. «¿Cómo? ¿Alguien piensa que he molestado a Fernando? Se lo deben preguntar a él, y dudo mucho que él cite mi nombre». En realidad, no lo hizo, pero según avanzaba la noche el barcelonés se fue calentando y él sí que nombró al piloto de Ferrari. «Los periodistas le insistieron mucho y acabó diciendo lo que pudo, pero no es un hecho real ni tiene importancia», justificó ayer Alguersuari padre. «La virtud que tiene Jaime es que siempre ha sido muy maduro. Es su característica principal, más allá del talento».
Por boca de Alonso no se escuchó una palabra más sobre el asunto, y es posible que lo que más encendiera a Alguersuari fuese lo que lanzó la cuenta de Twitter de Ferrari en plena carrera. «Muy amable Alguersuari... Como siempre», escribieron con sarcasmo desde la Scuderia.
El Mundial llega a Japón listo para la fiesta de Vettel y lo último que quieren en la familia de Alguersuari es verse en medio de un conflicto con la estrella asturiana.
