En el casco de Fernando Alonso apareció ayer un nuevo detalle. De pronto, a sus dos rayos plateados, a las banderas asturiana y española y a los dos ases de la baraja francesa que simbolizan sus títulos, les apareció ayer un compañero de viaje. Un pequeño adhesivo lo coronaba. ¿Qué era? Una simple y diminuta pegatina cargada de emociones: la imagen del casco de Robert Kubica sobre la cabeza de Fernando Alonso. De piloto a piloto, de amigo a amigo. El polaco se recupera en el hospital del espeluznante accidente que sufrió el pasado domingo en un rally italiano. Ya le han operado dos veces. Le han salvado una mano y todavía le falta una tercera intervención en el brazo.
Existe entre uno y otro una fuerte relación desde hace años. Nunca han sido compañeros en la pista, pero sí de partidas de cartas nocturnas en los eternos viajes asiáticos. Apasionados del karting, acaso su procedencia de países con poca tradición en el automovilismo (ninguna en el caso de Polonia), su llegada a la cima desde familias humildes, y el especial carácter de ambos, directos y sin recovecos, terminó por unirlos en el mundo lleno de zancadillas y puñaladas que es la Fórmula 1. «Me alegra que vaya mejorando cada día, pero vamos a necesitar paciencia; aunque lo más importante es que se ponga bien», habló el asturiano sobre el piloto de Lotus-Renault en la página web de Ferrari.
Como quien se lleva la foto del amigo enfermo a la oficina, Alonso salió a la pista con la pegatina de Kubica para dedicarle su jornada de trabajo. El más productivo, por cierto, de la pretemporada. Fueron 131 vueltas a la pista jerezana, 580 kilómetros sin contratiempos y el segundo mejor registro del día, por detrás de Nick Heidfeld, el reemplazo ayer del polaco en Lotus-Renault y el que tiene más opciones de quedarse el volante libre.
Llegó pronto el mejor tiempo de Fernando Alonso (1.20.493). Fue en una tanda corta de la mañana, antes de entregarse a simular situaciones de carrera. Entonces era constante y el cronómetro se movía entre el 1.26 y el 1.27. Muy parecido a lo que lograba Vettel con el Red Bull, siempre en 1.26, pero que cayó muy abajo en la lista final porque su día se centró en las pruebas de neumáticos, siempre en bloques de diez vueltas.
Al ocultismo que los equipos suelen practicar en los entrenamientos se añade la incógnita de los neumáticos. Pirelli llevó a Jerez los cuatros tipos de compuestos, todavía sin rotular e imposibles de distinguir a simple vista. La lógica dice que los tiempos buenos salen con los superblandos, pero las interpretaciones se complican sin ese dato fundamental que ayer se ocultó a los aficionados.
McLaren anda en otras historias: a la espera de una remesa de repuestos que debía llegarles anoche. Por eso Hamilton, justito de piezas, pasó media mañana parado en el garaje y completó sólo 36 vueltas.
En la foto Fernando Alonso conduce su Ferrari durante la sesión de entrenamientos de ayer en Jerez. julio muñoz / efe
Heidfeld toma ventaja en el «casting» de Renault
Jerez, Á. F.
Tiene Lotus-Renault organizado un «casting» para encontrar recambio esta temporada a Kubica. El inicio del Mundial está a la vuelta de la esquina (13 de marzo) y las pruebas de Jerez sirven a la escudería gala para organizar sobre la marcha una prueba de selección. La ocasión la ha cogido al vuelo el alemán Nick Heidfeld, como el pasado año hizo en SauberSauberSauber tras el despido de Pedro de la Rosa.
En su primer día el alemán no se anduvo por las ramas y acabó con el mejor tiempo. Demostró que tiene dotes de piloto y que en Lotus Renault han conseguido un coche muy apañado. «He disfrutado mucho con el coche, aunque lleva tiempo habituarse a algunas cosas. Pero no hemos tenido problemas y pudimos mejorar algunas cosas», señaló el alemán tras su trabajo.
Hoy será el turno de Bruno Senna en la particular «Operación Triunfo» de Lotus-Renault; pero el brasileño ha perdido opciones pues en círculos próximos al alemán se daba prácticamente por hecha su incorporación a la escudería gala.
