Locos por adelantar

De momento, en cuatro carreras, las promesas de pretemporada se han hecho realidad. Durante años, las encuestas que se manejaban en los despachos de la Fórmula 1 señalaban la falta de adelantamientos como el gran lunar del espectáculo. Y temporada tras temporada, los retoques del reglamento reservaban varias medidas para fomentarlos. Pero la historia se repetía una y otra vez. Las carreras salían más o menos divertidas, pero siempre con pocas de las maniobras que más gustan a los espectadores. Ahora, al fin, las normas han dado en el clavo. Los neumáticos Pirelli y la facilidad con la que se degradan son una bicoca para el que se encuentra en la pista a un rival con las gomas moribundas pendiente de pasar por el pit lane. Y la incorporación del alerón trasero móvil (DRS) es otra arma casi infalible cuando dos coches se emparejan en el lugar preciso.

Peculiar como es la Fórmula 1 y sus circunstancias, el festival de adelantamientos del últmo Gran Premio, en Turquía, desató algunas críticas. Fue la carrera más movida de los últimos 28 años. Hubo 79 cambios de posiciones, algo inédito desde 1983 en Long Island (Estados Unidos). Pero los hubo que se quejaron porque se desvirtuaba la suerte suprema del automovilismo. «Lo querían así y ahora que lo tienen piden otra cosa», dijo entonces Alonso. Mike Gascoyne, uno de los viejos gurús de la F1, ahora al frente de Lotus, está encantado con la idea. «Hemos visto carreras grandiosas», comentó.

El reto le pega de lleno a Barcelona este fin de semana. Las últimas diez temporadas, la victoria ha sido para el hombre de la pole. La última vez que hubo cambios fue en el año 2000, cuando ganó Hakkinen aunque lo pole había sido de Schumacher. Sin contar este fin de semana, la Fórmula 1 ha llegado 20 veces a Montmeló. Pues bien, únicamente en cuatro ocasiones se le ha escapado la victoria al hombre de la pole. Al Kaiser también le birló la victoria Hill (1994), pero el alemán le devolvió la moneda dos años más tarde. Antes, en 1991, en el estreno de la pista, Mansell ganó cuando la pole había sido de Berger.

Los adelantamientos, un bien escaso en la Fórmula 1, escasean con especial dureza en Montmeló. El año pasado se registraron 11, una miseria al lado de lo que se dio en Turquía hace quince días. Pero aquello ya fue un festival, porque desde los 19 de 2003 no se había alcanzo tal cifra, con balances tan pobres como los dos de 2005, 2008 y 2009, los cinco de 2007 o los 6 de 2004.

La nueva dirección del circuito, con el ex piloto Salvador Serviá al frente, se ha tomado muy en serio aumentar el espectáculo del Gran Premio. En las vísperas de la carrera han dejado caer que darán esta temporada de margen a las nuevas normas para comprobar si son verdaderamente efectivas en esta pista y que, en caso contrario, se plantearían muy en serio hacer modificaciones en el trazado para favorecer los enfrentamientos cuerpo a cuerpo entre coches.

Visto lo de ayer en los entrenamientos libres, más vale que mañana los pilotos se animen y regalen a los espectadores un buen puñado de adelantamientos. Otra vez se vio a los Red Bull como el coche más solvente. Dominaron con Webber las dos tandas y dejaron a Alonso a más de un segundo. «Hemos tenido algún problema con los reglajes pero lo más importante hoy era probar piezas, rodar de forma constante en la recta y asegurarnos de que las cosas nuevas del coche funcionan», explicó el piloto asturiano.

Ferrari, McLaren y Mercedes viven su particular Mundial a la caza de Red Bull. «Son superiores pero no podemos hacerles las carreras tan fáciles como hasta ahora», se lamenta Alonso. Hamilton se quejó ayer del mal rendimiento del compuesto más duro de los cuatro que tiene Pirelli, pero confía mucho en su coche, que llega a Montmeló con al menos diez mejoras, según fuentes de la escudería. «Hemos dado un pequeño paso hacia adelante y creo que se va a notar en la pista», dijo Hamilton, segundo ayer.

Y Alonso, aunque cumplió con decoro ayer, todavía se ve lejos de los líderes. «Red Bull es el claro dominador, así que debemos centrarnos en conseguir una vuelta limpia en la clasificación (hoy, 14 horas) para intentar ponerles las cosas difíciles», apuntó el asturiano.