Engreído, ególatra, «estrellita», inmaduro… Lewis Hamilton, con la agenda reventada de actos promocionales, tuvo que leer en Inglaterra hace un par de semanas estos y otros adjetivos que le dedicaron algunos medios los días previos a la carrera de casa, en Silverstone. No le perdona la prensa británica su salto a la fama, su vida glamourosa, las continúas polémicas en que se metió esta temporada ni tampoco cómo las resolvió a golpe de declaraciones explosivas. «Lo más difícil de la Fórmula 1 es tratar con la prensa», dijo en una entrevista exclusiva que publicó anteayer LA NUEVA ESPAÑA. Ahora, con la segunda victoria del año en el bolsillo, lo ve todo de otro color.
Estaba Lewis Hamilton feliz, radiante por su carrera de tiralíneas cuando se le vino a la cabeza la notica del fin de semana. La muerte de la cantante Amy Winehouse, londinense y con la que había coincidido en alguna ocasión. La música es parte de la vida del piloto. Ama el rhythm and blues, el soul, la música negra en general. Su novia es Nicole Scherzinger, vocalista de las poperas «Pussycat Dolls», y él se atreve a menudo con la guitarra en sus reuniones más íntimas.
Entre los tesoros del piloto luce una Stratocaster, la guitarra de Prince chapada en oro que compró en una subasta benéfica por 80.000 euros. Así siente la música el inglés.
En medio del análisis de la carrera, se arrancó a hablar de Winehouse. «Es un momento trágico. La música es una parte muy importante de mi vida. No sé qué podría hacer sin música. Y ella era una cantante y compositora con un talento único, en una época en la que ya muy pocos escriben sus propias canciones». Emocionado, luchó contra las lágrimas y terminó su particular homenaje. «Amy era especial y no puedo imaginar lo duro que será para su familia. Mis mejores deseos están con ella y anoche, recé una oración por ella y por los suyos».
A Hamilton le llueven ahora críticas desde donde no hace tanto le reían todas sus travesuras. Dolió en Inglaterra que apartase en 2008 a su padre del papel de manager, y que ahora esté en manos de un gestor de estrellas como Simon Fuller, representante del figuras como el tenista Andy Murray, David y Victoria Beckham, o los cantantes Jennifer López y Marc Anthony. Con Anthony, su padre, ha retomado no hace mucho su relación, y ahora el patriarca pastorea al joven de Force IndiaIndia Paul Di Resta.
Hamilton recupera el segundo puesto del campeonato y vuelve a creer en su coche, después de decir el viernes que no se veía tan rápido como el Ferrari de Alonso. «Parece que el hueco con Red Bull se ha cerrado. Reconozco que no pensaba que seríamos tan rápidos porque el coche tampoco es muy distinto. Es posible que hayan tenido que ver las bajas temperaturas», dijo. Aunque no mira directamente a la clasificación del Mundial, Hamilton cree que para continuar a la altura de Red Bull deben mejorar algunas parcelas. «En el sector intermedio perdíamos mucho tiempo y es porque el alerón móvil no es tan eficiente como el de los demás. Si trabajamos en eso, podremos ganarles más veces», dijo el ganador en Nürburgring.
