«Preguntarme ahora si seremos competitivos es como pedirle a los futbolistas del Madrid en pleno julio que digan si harán una gran temporada». Fernando Alonso suele recurrir al fútbol para explicar la Fórmula 1 y así lo hizo ayer, después de terminar su turno en Montmeló. Hoy y mañana le tocará a Felipe Massa completar el programa de tareas de Ferrari. Cuando acabe el brasileño, a la preparación solamente le quedará una última etapa, también en la pista barcelonesa, el primer fin de semana de marzo. Entonces será el momento de, como dice el piloto asturiano, «poner a la vez en el coche todas las piezas que han funcionado bien».
Los mensajes que salen desde la Scuderia aplazan cualquier juicio hasta el día de la verdad, cuando ya todo esté en juego en Australia. Piden calma y evitan hablar del cronómetro, pero uno de los temores es que la pretemporada se les pueda quedar corta.
Después de seis días en la pista (cuatro en Jerez y dos en Barcelona) todo marcha según lo previsto y con la lentitud y cautela que se pide cuando un coche rompe la linea de cursos anteriores.
No le pasa lo mismo a Red Bull. Si los italianos caminan con prudencia, ellos ya han desplegado las alas. Fernando Alonso vivió el día de ayer envuelto en cientos de pruebas en torno al difusor y el sistema de escapes, mientras que Vettel ya pudo poner su coche al rojo vivo.
Van tan adelantados, que el alemán completó ayer su primer simulacro de Gran Premio. Encadenó 66 vueltas sin contratiempos en la pista, aunque con algún traspié en el cambio de neumáticos. Firmó el tercer mejor crono, tres décimas más rápido que el asturiano, cuarto en el repaso final.
Alonso relativizó la diferencia. «No podemos saber si es representativo. Si ha rodado con treinta kilos más de gasolina que nosotros, están muy por delante. Si lo hizo con la misma, algo mejor que nosotros. Pero si ha puesto menos, es que estamos a la par».
Al frente de la tabla, Nico Hulkenberg sorprendió de nuevo con su Force IndiaIndia, igual que Sergio Pérez, segundo a bordo del SauberSauberSauber. Los dos lograron su mejor vuelta con el compuesto de neumáticos más rápido, el super blando, que fueron también las que calzó Alonso en su giro bueno.
El asturiano lo consiguió en una tanda de seis vueltas, lo que se puede interpretar como una buena señal porque ya es una muestra suficiente para tener una idea del ritmo que puede conseguir en carrera.
No obstante, el rendimiento de los coches aún está lejos de lo que se puede conseguir con la temporada en marcha. El año pasado, en esta misma pista, Mark Webber giró para la pole en 1.20.981. La vuelta más rápida de ayer, la de Hulkenberg fue 1,7 segundos más lenta.
En el resumen del día. Fernando Alonso llegó a las 87 vueltas, todavía lejos de las palizas de más de cien que conseguía hace un año con facilidad. El más trabajador en Montmeló fue Lewis Hamilton. Ya señaló Vettel al McLaren como uno de los rivales a vigilar y ayer el inglés confirmó que su coche tiene buena salud. «El año pasado sufríamos para encadenar veinte vueltas sin que el motor tuviera bajones. Esta vez hemos podido dar 120 a pleno rendimiento, ni me acuerdo cuándo fue la última vez».
Después de una pretemporada desconcertante el curso pasado, Hamilton avanza éxitos para su escudería. «Me siento mucho más cómodo y confiado en que podremos estar desde el principio luchando con los de arriba», dijo desde un garaje que destilaba optimismo.
Con lo de ayer, Vettel, Alonso y Hamilton ceden su turno en las tres escuderías punteras a Mark Webber, Felipe Massa y Jenson Button.
